Todas las derrotas duelen. Por definición. Por el lastre que suelen dejar sin tener demasiadas contemplaciones. Sin embargo, en este caso, Newell's rescató la decisión, el compromiso y la audacia que exhibió frente a Vélez en el cotejo de ida de los octavos de final de la Libertadores. Así, con la sensación de haber dejado todo, de intentarlo respetando su esencia futbolística y de haberse ganado el derecho a imaginar una revancha con suerte diferente, el conjunto de Gerardo Martino retomó ayer los entrenamientos, dio vuelta por un rato la página copera y puso el foco principal de atención en el torneo local, en el que debe defender la punta enfrentando el domingo, a las 18, a Racing, en el parque Independencia.
La caída con el Fortín provocó algo de ruido en el búnker leproso. Pero no por representar un golpe demoledor o un resultado irremontable. Todo lo contrario. Los inquietantes ecos de este tropiezo lastimaron el orgullo leproso porque estuvieron envueltos en un manto indiscutible de injusticia.
Newell's mereció más ante Vélez y se quedó con las manos vacías. Hizo el gasto, asumió el rol de protagonista, fabricó chances y fue el amplio dominador de las acciones. Sin embargo, ese esfuerzo no tuvo el debido correlato en el tanteador.
Igual, dentro del mágico halo ganador que supo instalar Martino alrededor de este plantel, las cuestiones de forma lograron adquirir una dimensión significativa. Importa el cómo de cada paso, de cada partido, de cada exposición.
Por eso, el rendimiento exhibido ante Vélez, sobre todo en el primer tiempo, le transmitió una apreciable dosis de tranquilidad a Martino y sus colaboradores de cara al partido de vuelta. Es que en el campo de juego, Newell's fue un conjunto dispuesto, serio y con vocación de ataque. No tuvo puntería y ese aspecto le costó nada menos que el encuentro.
Con este panorama, hubo pocos reproches ayer en Bella Vista. Los jugadores se miraban a la cara sin tener muchas explicaciones a mano. Esta vez, la derrota cayó lentamente en un terreno de rápida digestión. Porque este Newell's jugó a su manera, creó 11 chances claras de gol y siente que tiene las herramientas necesarias para poder dar vuelta la historia.
Así, conforme con su sacrificio y su producción, el plantel leproso no le dio demasiado tiempo a los análisis, cambió de frente y puso a Racing (que viene de quedar eliminado en la Copa Argentina) como próxima meta de ocasión.
Newell's ostenta un puesto de privilegio ya que comparte el escalón más alto de la tabla de posiciones junto a Lanús, y quiere mantener ese codiciado sitial.
En este momento, las motivaciones rojinegras pasan por conservar su sed de triunfo y seguir presentando batalla en todos los ámbitos hasta el final.
