Newell's consiguió un gran triunfo frente a River 1 a 0
Y al sexto partido Newell’s volvió al triunfo con un golazo de Achucarro. Se recuperó de
su letargo futbolístico y pisó fuerte en el Monumental, para aprovecharse de la crisis millonaria y
hundirlo en un mar de silbidos. Los leprosos se reencontraron con los aplausos tras la victoria,
que sirvió para poner un manto de piedad a largas jornadas aciagas. Lo más importante fue que todos
entendieron el momento de incertidumbre en el que estaban inmersos y salieron a jugar una verdadera
final pensando en la levantada cuando apenas restan diez días para el gran duelo de la ciudad.
8 de abril 2010 · 01:00hs
Y al sexto partido Newell’s volvió al triunfo con un golazo de Achucarro.
Se recuperó de su letargo futbolístico y pisó fuerte en el Monumental, para aprovecharse de la
crisis millonaria y hundirlo en un mar de silbidos. Los leprosos se reencontraron con los aplausos
tras la victoria, que sirvió para poner un manto de piedad a largas jornadas aciagas. Lo más
importante fue que todos entendieron el momento de incertidumbre en el que estaban inmersos y
salieron a jugar una verdadera final pensando en la levantada cuando apenas restan diez días para
el gran duelo de la ciudad. Ah, también pegó un salto valioso en la tabla que conduce a la Copa
Sudamericana.
La Lepra llegaba de capa caída, como el propio River. Porque no ganaba y venía
de dos derrotas consecutivas. Algo que condujo a Sensini a permanecer en silencio. Es que era
necesario concentrarse en esta presentación clave, porque sólo una victoria podía calmar las
ansiedades. Y logró el objetivo a base de una entrega fenomenal y jugando como lo hizo en muchos
pasajes del torneo pasado. Defendiendo con garra y buscando sopapear a un millonario que venía
madurando el nocaut por los magros resultados.
El equipo dirigido por Sensini se plantó en el Monumental con la firme decisión
de jugar cerca del arco de Vega. Lo consiguió porque de entrada tuvo a maltraer a un River sin
reacción y plagado por los problemas internos y futbolísticos. Avisó Achucarro a los 6 minutos y
después Núñez, quien desaprovechó una gran chance por tratar de definir de lujo con un taco y
terminó enredándose.
Con toda la vergüenza deportiva, el millonario reaccionó con un disparo de Mauro
Díaz que hizo temblar el travesaño y a todos los leprosos. Esa acción motivó una reacción del local
y fue Or tega el encargado de ponerle un poco de fútbol al equipo de Astrada. En los últimos
minutos de ese primer tiempo el Burrito hizo de las suyas y fue el ideólogo de un par de llegadas
de River que inquietaron a Peratta.
Newell’s ajustó las marcas y Ortega desapareció en el complemento. Pegó de
entrada y se encaminó hacia la victoria. Bicicleta Achucarro puso quinta y pisando el área sacó un
zurdazo. La bola rebotó en las piernas de dos jugadores como en un flipper, le quedó otra vez al
paraguayo que definió majestuosamente.
River insinuó una reacción con lo poco de ímpetu que le quedaba, pero los
rojinegros estaban bien parados y decididos a defender una victoria tan necesaria como justa.
Después de mucho tiempo la Lepra recobró la memoria del triunfo y lo hizo ante
un grande en el Monumental (más allá de que esté chico desde lo futbolístico). Lo valioso en este
caso no sólo fue sumar de a tres para aferrarse a la Sudamericana, sino que levantó el nivel
futbolístico, el juego colectivo y encontró el oxígeno que necesitaba para transitar el camino que
conduce al clásico.