El nuevo Newell's enfrenta un gran desafío. Según confiaron en estos días el cuerpo técnico y los jugadores la intención es respetar la huella que dejó estampada el proceso anterior. No existe necesidad de cambiar de paso, de dirección, ni de discurso. Se verifica un anhelo interno, visceral, repleto de obligaciones y pretensiones naturales, pero que no será de fácil aplicación. Es que ya no está Martino, el padre intelectual de la criatura. Y tampoco Scocco, el que finalizaba con inspiración y goles todas las buenas intenciones que generaba el equipo. También hay otras ausencias sensibles y lesiones que pueden llegar a conspirar para encontrar la mejor versión en el arranque del torneo. En ese contexto, Alfredo Berti tendrá la difícil misión de que su ciclo se parezca lo máximo posible a un Newell's que cautivó sentidos, trascendió fronteras y que todavía está candente en las retinas de los hinchas.