Newell's aniquiló con fútbol al equipo de Caruso y da pelea por la cima del torneo
Jugó, sufrió y gozó. Por todos esos estados pasó este Newell’s del Tata Martino. Que da pelea, que se anima y que ratifica fecha a fecha su candidatura a pelear por la gloria. Y esta vez lo hizo con fútbol, el que quizás se le reclamaba tiempo atrás.
17 de septiembre 2012 · 01:00hs
Jugó, sufrió y gozó. Por todos esos estados pasó este Newell’s del Tata Martino. Que da pelea, que se anima y que ratifica fecha a fecha su candidatura a pelear por la gloria. Y esta vez lo hizo con fútbol, el que quizás se le reclamaba tiempo atrás. Hizo añicos la estructura de un San Lorenzo apático, mezquino y que sólo vino con la idea de garronear un punto. Ñuls hizo todo, propuso, mostró fútbol y se quedó con el premio mayor con el gol de Ignacio Socco a través de un penal polémico. Quizás no debió padecer tanto y pudo haber goleado, lo que hubiese entregado justicia al duelo de anoche.
Para ganar hay que saber sufrir. Y eso es lo que sucedió en un Coloso desbordado. Porque a pesar de que la Lepra fue amo y señor en casa, lo cierto es que le costó horrores lograr la diferencia. Y tuvo que esperar hasta los minutos finales para gozar. Y sufrir hasta el último segundo cuando Guzmán se equivocó y Furch casi logra la igualdad, algo que hubiese sido por demás de injusto.
Claro que hubo un antes a todo esto. Porque Newell’s salió desde el minuto cero decidido a inclinar la cancha. El triunfo de Boca en la antesala metía presión en la puja por los primeros lugares. Y la necesidad de sumar de a tres en el Coloso era indispensable para seguir aferrado a la ilusión. Como dueño de casa se hizo dueño de la pelota y manejó el trámite. Ganó el mediocampo y a partir de ahí lanzaba sus ataques. Scocco generó zozobra con un intento de cabezazo fallido cuando quedaba de cara al gol.
San Lorenzo regalaba espacios en el medio. No le encontraba la vuelta al partido y la Lepra sacaba provecho. Hacía rodar la pelota y en uno de esos toqueteos Maximiliano Rodríguez metió la diagonal, recibió un toque preciso de Nacho Scocco y estampó la bocha en el travesaño.
El equipo de Caruso apostaba a lo que se sabía y es archiconocido. Esperaba el error para golpear. Y tuvo una a través de Telechea, que por morfón terminó en nada cuando Straqualursi se lustraba los botines para sentenciar a Guzmán. Encima, de contra Migliore se tuvo que jugar la vida para taparle el grito a la Fiera.
El concierto fue todo rojinegro en el complemento. Newell’s buscó una y otra vez el arco de Migliore y el uno azulgrana fue convirtiéndose en la figura de su equipo. Lo único destacable del equipo de Caruso. Porque San Lorenzo (rival directo en el promedio) fue también un concierto, pero de desaciertos y de la nada futbolística. Mezquino, apático y sin ideas. El tanto de Nacho desde los doce pasos, que desató la ira de Richard (en realidad se debería quejar por la falta de una propuesta futbolística), esta vez entregó justicia.
Ñuls no sólo es un equipo. Es cosa seria. Lo viene demostrando fecha a fecha y lo ratificó anoche en un duelo durísimo porque enfrente tuvo un rival que no quería lola. Tuvo que padecer más de lo que debió para romper el cero, pero siempre fue a buscar la victoria. Para seguir pisándole los talones a Boca. Al mediático equipo de Marcelo Tinelli, Newell’s le brindó un show en un Coloso ardiente. Y no fue una joda. Fue fútbol.