En la última semana hubo tres muertos y cinco lesionados en accidentes protagonizados por motos. El último de los más graves ocurrió en la madrugada del jueves cuando falleció un joven de 20 años y la denuncia anónima que llegó a la policía hablaba de que participaba de una picada clandestina. En el mismo siniestro se registró un herido de 21 con severos traumatismos. El sitio no estaba identificado por la Dirección de Tránsito como un lugar de competencia irregular.
La policía recibió un llamado que daba cuenta de un accidente de motos y le ponía como marco las carreras callejeras. Al llegar los agentes de la comisaría 32 a bulevar Seguí y Provincias Unidas encontraron a Juan Marcelo Carballo, de 20 años, tendido y sin vida junto a su Motomel 125. Al lado y con diversas heridas se encontraba Nicolás Teves, de 21, quien conduciría la Yamaha 100 que también quedó tirada en el lugar.
De los primeros análisis, y a partir del alerta que dio la comunicación anónima, se desprendió que ambas motos perdieron el control en el marco de las llamadas picadas clandestinas. Teves fue trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca) con múltiples fracturas, incluso una expuesta en el brazo por la que debió ser intervenido quirúrgicamente.
Según el director de Tránsito, Henry Fabro, "a medida que se hacen operativos, quienes corren picadas clandestinas van cambiando de lugar". Y dijo que esa misma noche, y en actitud preventiva, los inspectores vigilaron los predios de La Florida y bulevar Oroño y Lamadrid, donde no pudieron armar sus peligrosos circuitos.
Habituales. Pero las muertes donde intervienen motos también se dan en el tránsito cotidiano. Así, el miércoles sobre avenida Perón, hubo dos accidentes protagonizados por motos y camiones y en ambos casos con personas heridas. El primero ocurrió en esta arteria y avenida Circunvalación cuando un camión colisionó al vehículo de dos ruedas y se dio a la fuga dejando al conductor lesionado.
A pocas cuadras del lugar, avenida Perón al 8100, un camión que realizó una maniobra riesgosa y embistió a una moto. Sus ocupantes terminaron heridos y hasta uno de ellos perdió piezas dentales, aunque sus lesiones no son graves.
El viernes de la semana pasada, y también a causa de una moto, falleció Ladislao Pivetta, de 16 años, que vivía en Gálvez al 5100, mientras circulaba en bicicleta por Urquiza y Dorrego. Lo embistió una Tornado 250 conducida por José Luis Fiordemundo, de 27.
Dos días después, Diego Martín Zárate perdió la vida cuando su Corven Mirage 110 color roja, se estrelló contra una columna de alumbrado del cantero central de Provincias Unidas en la intersección con Ituzaingó. Eran las 7 y, según se consignó, no hubo otro vehículo involucrado.
También el 20 de octubre, en Vera Mujica y 24 de Septiembre, la moto que conducía Gabriela Torres, de 35 años, fue impactada por otra moto con dos ocupantes, que la dejaron abandonada y lesionada.
En siete días, seis accidentes con motos en los que el paragolpe fue el cuerpo. En este caso la realidad se ajustó al refrán.
¿Con qué se relaciona esta dura estadística? ¿Con el aumento de motos, la falta de conciencia o de controles? Fabro explicó que sólo en 2012, entre el 60 y 70 por ciento de los ocho mil vehículos remitidos al corralón fueron motos. Los motivos generales, falta de documentación o del indispensable, pero no demasiado usado casco.