El ex oficial alemán de las SS Erich Priebke, condenado en 1998 a cadena perpetua en Italia por la masacre de las Fosas Ardeatinas de Roma en 1944 y uno de los últimos criminales nazis vivos, murió ayer a los 100 años en su residencia de Roma, donde estaba bajo arresto domiciliario debido a su avanzada edad. Priebke quien cumplió un siglo de vida el 29 de julio, fue uno de los oficiales nazis que organizó la matanza en unas cavernas a las afueras de Roma de 335 civiles, entre ellos 75 judíos y al menos un niño, ejecutados con un tiro en la nuca el 24 de marzo de 1944, en represalia por un ataque de la resistencia contra una unidad de las SS en la que murieron 33 soldados alemanes. Según su apoderado, Paolo Giachino, el cuerpo de Priebke será enviado a Argentina para ser enterrado en Bariloche al lado de su esposa. Sin embargo, anoche el canciller Héctor Timerman denegó todo trámite para ingresar el cuerpo del criminal nazi.