Se confirmó lo que se temía: Ezequiel Muñoz sufrió la rotura de ligamento
anterior de la rodilla derecha y su recuperación demandará al menos seis meses. El defensor de Boca
se lesionó antes del final del primer tiempo del partido ante Central y es otra baja importante
para el plantel xeneize, que viene en racha de lesiones importantes.
Los estudios que le realizaron ayer (una resonancia magnética) confirmaron la
gravedad de la lesión, por la que debió salir en el entretiempo, aunque en ese momento se pensaba
que sólo era una dolencia sin mayor importancia porque la sufrió al chocar involuntariamente con el
delantero auriazul Milton Caraglio. Es más, siguió en la cancha, soportando el dolor, hasta el fin
del primer tiempo.
Muñoz deberá ser operado en breve (sería el próximo lunes) para comenzar cuanto
antes con su recuperación, que le llegó en un momento en el que disfrutaba no sólo como titular en
la primera de Boca sino que había sido citado por Diego Maradona para formar parte de la selección
argentina local, que se preparará de cara a distintos amistosos.
Esta lesión de Muñoz es la tercera rotura ligamentaria que padeció un jugador de
Boca en el último año. Los otros fueron Martín Palermo y Gabriel Paletta.
Además, Ricardo Noir también se lesionó ante Central, pero en su caso fue
fractura del peroné de la pierna derecha, lo que le demandará estar afuera de las canchas alrededor
de dos meses.
Otro lesionado es el paraguayo Julio César Cáceres, quien quedó descartado para
el partido del jueves ante Deportivo Táchira, por la Libertadores, ya que el marcador central
sintió una molestia en el aductor derecho que se había desgarrado hace poco.
En tanto, Juan Román Riquelme volvió a hacer trabajos de campo ya que trotó
alrededor de la cancha junto al arquero Javier García.
Mientras que en la práctica de ayer realizaron tareas diferenciadas Claudio Morel Rodríguez y
Sebastián Battaglia, quienes estarán en condiciones de jugar ante los venezolanos de Táchira.
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Pensando en Táchira
A Boca ahora sólo le queda pensar en la Copa Libertadores, en su último rival de la primera
fase: Deportivo Táchira. Al equipo venezolano lo recibirá el jueves y necesita un empate para
asegurarse la clasificación. Por eso el plantel entrenó ayer a la tarde, con los jugadores que
estuvieron en Rosario haciendo trotes alrededor de la cancha tres, mientras los que el entrenador
Carlos Ischia guardó para la Copa (Palermo, Palacios y Vargas, entre otros) jugaron fútbol informal
en espacios reducidos. El plantel seguirá hoy en horario matutino con los entrenamientos y recién
mañana Ischia confirmaría a los once que jugarán el jueves.