Referentes de la Unión Cívica Radical (UCR) realizaron ayer una dura autocrítica al admitir que forman parte de la "murga de la oposición", al tiempo que el dirigente radical y ex ministro del Interior Federico Storani renovó su embestida contra el ex candidato a presidente de Udeso, Ricardo Alfonsín.
El ex funcionario de la Alianza sostuvo que el diputado nacional "se la pasó planteando" que pertenecía al "espacio socialdemócrata" y "dio luego un viraje abrupto" al cerrar un acuerdo electoral con el ex postulante a gobernador bonaerense de Udeso, el peronista Francisco De Narváez.
En tanto, el ex gobernador de Córdoba Eduardo Angeloz admitió que los máximos dirigentes de la UCR deberán "hacer un mea culpa" por los resultados obtenidos en los últimos comicios generales y permitir el surgimiento de una "nueva" conducción partidaria.
"En la oposición, aparecimos como una murga: cuatro candidatos, vanidades personales y falta de acuerdos", enfatizó por su parte el jefe del bloque de senadores nacionales del radicalismo, el alfonsinista Gerardo Morales, al efectuar una dura autocrítica.
El ex presidente del comité nacional de la UCR admitió luego que "hubo fallas de comando de campaña" en Udeso, además de equivocaciones "de interpretación de datos y de desarrollo de estrategias", mientras que reconoció que fue un "error" el acuerdo del radicalismo con De Narváez.
Pertenencia. A su turno, Storani, en el mismo sentido pero desde otro sector de la UCR, fustigó: "Uno de los graves errores que cometió en el último tiempo (el radicalismo) fue una política de alianzas que no tenía nada que ver con lo que, históricamente, el radicalismo pretendió representar".
"(En 2007) cuando defendí la experiencia de (Roberto) Lavagna (como candidato presidencial del radicalismo) era porque teníamos afinidad de propuestas, él había sido un funcionario muy destacado de Raúl Alfonsín y, en materia económica, no estaba en un pensamiento antagónico", recordó.
Al criticar a Ricardo Alfonsín, completó: "Diferente es cuando uno se la pasa planteando que pertenece al espacio socialdemócrata y, luego, da un viraje abrupto hacia De Narváez".
"El radicalismo es una partido de origen popular que no tiene que ver con vertientes conservadores", resaltó el dirigente.
Morales, por su parte, admitió que la UCR debe "profundizar la actitud permanente de renovación" para cambiar autoridades partidarias, con el fin de poder afrontar de otra manera el "desafío" de las elecciones parlamentarias de 2013, al tiempo que alertó: "Deberemos conseguir los votos que nos permitan reforzar los bloques de legisladores".
El senador nacional reconoció que los radicales deben "centrar el trabajo en la conducción partidaria", para lo cual reclamó una "reforma de la carta orgánica".
Adelantó que propondrá esa modificación en la reunión de la convención nacional de la UCR del 17 de noviembre en Vicente López, para obtener "la elección directa del presidente del partido y la elección por colegio electoral de los integrantes de la mesa de conducción".
Reformas. Morales destacó que impulsa esa reforma para permitir también "el acceso a la información pública de los afiliados a las decisiones, la adecuación a la ley de Etica Pública y la representación mínima del 33 por ciento en las listas de los menores de 40 años".
Storani, a su turno, advirtió al alfonsinismo que evite proponer una reforma "de maquillaje", al considerar que el cambio partidario debe incluir "mucho más a la militancia para recuperar la mística y revertir el estado burocratizado".
Por su parte, el ex gobernador de Córdoba Eduardo Angeloz admitió que "el radicalismo debe hacer un mea culpa y un análisis completo de las definiciones" tomadas para "hacer una definición nueva (de la conducción)".
"El partido no puede pensar en los diputados nacionales de 2013, sino pensar en hacer una propuesta válida y seria para que la sociedad nos acompañe en 2015", reconoció el también ex candidato presidencial del radicalismo, de 80 años, en declaraciones publicadas ayer por un diario cordobés.