El saliente primer ministro italiano, Mario Monti, prometió ayer reducir los impuestos laborales para impulsar el crecimiento, con lo que abandonó su neutral postura de tecnócrata y lanzó la primera embestida en su intento por ser reelecto. El ex comisario europeo llegó al poder en noviembre de 2011 al frente de un gobierno de técnicos respaldado por la izquierda y la derecha para salvar a Italia de un colapso financiero, luego de que Berlusconi renunciara a la jefatura de gobierno en medio de la peor parte de la crisis del euro y de varios problemas legales. El partido de Berlusconi le retiró su apoyo el mes pasado y Monti renunció semanas después, unos dos meses antes de lo esperado.
Luego de mantener el suspenso sobre su futuro, Monti, de 69 años, decidió entrar en política el viernes pasado como conductor de una coalición de centro formada para las elecciones del 24 y 25 de febrero. Su nombre no estará en las boletas electorales porque como senador vitalicio cuenta ya con un escaño en el Parlamento y no puede optar a otro, pero sí puede ser propuesto como primer ministro en el caso de que la coalición a la que brinda su apoyo durante la campaña electoral gana los comicios.
El tecnócrata abandonó el viernes su rol de mediador para ingresar a la política por cuenta propia y liderar una alianza de centro en las elecciones parlamentarias del 24 y 25 de febrero. El político de 69 años se encuentra ahora en una carrera a tres bandas con el Partido Democrático (PD), a la izquierda, y el Pueblo de la Libertad (PDL), a la derecha.
Tercer puesto. Una encuesta publicada ayer mostró que el bloque de Monti logrará el 12 por ciento de los votos en las elecciones, mientras que un sondeo divulgado la semana pasada dijo que el sector podría obtener hasta un 16 por ciento, lo que privaría a sus rivales de una victoria clara pero no sería lo suficiente como para gobernar.
Las encuestas muestran que el PD y su aliado de coalición van camino a ganar las elecciones, al menos en la Cámara baja. Monti repitió ayer que luego de las elecciones quería formar una coalición más amplia de partidos que esté a favor de una mayor integración europea y de potenciales reformas. Monti ha prometido reducir los impuestos laborales y "redistribuir" la riqueza en caso de un triunfo. "Necesitamos reducir los impuestos a la fuerza laboral, tanto para trabajadores como para empresas, reduciendo los gastos", dijo el premier saliente en una entrevista con una estación de radio.
"Cambios ilógicos". Monti ridiculizó una vez más a Berlusconi al decir que estaba personalmente "confundido" por sus "ilógicos" cambios de postura, que van de elogios a ataques en torno a su gobierno. "Espero que los votantes estén menos confundidos que yo", declaró. Pero el ex primer ministro de 76 años contraatacó en una entrevista con SkyTG24, donde dijo que Monti "rompió su palabra" por entrar en la carrera electoral tras prometer que no lo haría cuando asumió el cargo. "El ya no es creíble", dijo Berlusconi.
Berlusconi, que se presenta por sexta vez en las elecciones generales de los días 24 y 25 de febrero, había afirmado el 31 de diciembre que recibió "muchos elogios (de la Iglesia) por intervenciones sobre temas éticos, mientras que en el programa de Monti no hay una palabra consagrada a esos temas tan importantes para la Iglesia".
El sondeo divulgado ayer por la encuestadora Piepoli situó al bloque de centroizquierda de Bersani con más del 40 por ciento de las preferencias, 10 puntos porcentuales más que el bloque de centroderecha.
Postura gremial. Monti también atacó ayer directamente por primera vez a la centroizquierda, al decir que el PD de Pier Luigi Bersani y su aliado, el partido ecologista SEL, eran demasiado cercanos a las posiciones de los sindicatos, inclinados a proteger los empleos y a no crear nuevos puestos laborales. Según afirmó, la centroizquierda quiere conservar un mercado laboral "hiper-proteccionista" en comparación con otros países. "Ahora necesitamos un nuevo tipo de gobierno, uno que esté a favor de las reformas y no de conservar el status quo", remarcó.
De golpe, 70 mil seguidores
La cuenta de Twitter que abrió Berlusconi, y que a fines de 2012 tenía 7.000 seguidores, se vio incrementada en 24 horas a 70.000, y muchos sospechan que en realidad Il Cavaliere, de 76 años, compró adeptos. Para evitar dudas, sus colaboradores dijeron que la cuenta en Twitter la gestiona un grupo de apoyo que no recibe dinero. Pero el hecho de que entre los nuevos seguidores haya una mayoría de latinoamericanos, no hace sino incrementar las dudas.