Nada mejor que un título para recuperar la confianza de cara a Roland Garros. Juan Mónaco necesitaba dar el salto de calidad en un año opaco y se consagró en el ATP 250 de Dusseldorf, al vencer ayer al finés Jarkko Nieminen por 6/4 y 6/3. Esta conquista significó la octava de su carrera, en la antesala de su participación en el segundo Grand Slam de la temporada.
Una hora y diez minutos le insumió a Mónaco (19º del ranking mundial) la victoria sobre Nieminen (42º) por 6/4 y 6/3, para sumar el primer trofeo de 2013 a sus vitrinas.
Después de superar alguna dificultad en el primer set, Pico quebró el saque de su rival al comienzo del segundo y se encaminó a la consagración sin obstáculos.
“El de hoy (ayer) fue mi mejor partido del torneo”, calificó Mónaco tras el triunfo, que le permite llegar a Roland Garros con otro optimismo.
El tandilense, de 29 años, comenzó la temporada con irregularidad y antes de ganar en Dusseldorf, quedó eliminado en el debut en seis de los once torneos disputados. Además, no llegaba a una final desde septiembre del año pasado cuando se coronó en el torneo de Kuala Lumpur.
Los logros anteriores de Mónaco fueron en Buenos Aires, Portschach y Kitzbuhel en 2007, más Viña del Mar, Houston y Hamburgo el año pasado.
El tandilense embolsó 74.000 euros por el título y al rato de la final ya estaba viajando en tren rumbo a París para su próximo compromiso, Roland Garros, en el que debutará ante el español Daniel Gimeno Traver (48º). Pero mientras tendrá tiempo para seguir disfrutando de lo sucedido en Dusseldorf, donde jugó con una invitación especial tratando de encontrar ritmo para el Grand Slam parisino.
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