El abogado de la familia de Michael Brown, el joven afroamericano al que la policía mató el pasado 9 de agosto en Ferguson (Missouri), presentó los resultados de una autopsia privada, la que confirmó que el joven recibió seis disparos. Brown estaba desarmado al momento de ser muerto a tiros. El caso ha motivado una rebelión popular en Ferguson, donde la gran mayoría de la población es negra, y acusa a la policía de uso abusivo de su poder. Ayer el gobernador, luego de declarar el toque de queda durante dos noches seguidas, ordenó movilizar a la Guardia Nacional.
El abogado Benjamin Crump explicó en rueda de prensa que la autopsia privada confirma que el joven Brown recibió múltiples disparos. Crump considera que los resultados preliminares de la autopsia demuestran que hay motivos suficientes para que el policía que disparó a Brown, el blanco Darren Wilson, sea arrestado. Los resultados de la autopsia confirman "nuestros peores temores de que los testigos están diciendo la verdad", declaró Crump. La autopsia —realizada por un ex médico forense jefe de Nueva York— muestra que Brown recibió varios disparos: dos en la cabeza y cuatro en su brazo derecho. Todos los disparos se hicieron de frente. De momento, no se han difundido los resultados de la autopsia oficial .
La policía asegura que el joven atacó al agente que lo mató, pero otro joven que lo acompañaba sostiene que fue tiroteado cuando había alzado sus brazos. Un profesor que asistió al forense explicó que cuatro de los disparos impactaron a lo largo del brazo derecho, desde el hombro hasta la palma de la mano. Michael Baden, el forense que efectuó la autopsia, dijo que Brown habría sobrevivido si no hubiese recibido el balazo en el ápice de su cabeza. Otro detalle relevante es que el joven fue tiroteado desde una distancia mínima de uno o dos pies (algo más de medio metro) hasta una máxima de 30 pies.
La muerte de Brown el pasado 9 de agosto ha provocado enfrentamientos entre la policía y los manifestantes en Ferguson, una ciudad de 21.000 habitantes. El gobernador de Missouri, Jay Nixon, anunció que enviará a la Guardia Nacional para restablecer el orden. Cada estado de Estados Unidos tiene su propia Guardia Nacional. En tanto, el presidente Obama llamó a los manifestantes a mantener la calma y afirmó que una pequeña minoría estaba usando la muerte de Brown para cometer actos violentos. Agregó que el secretario de Justicia, Eric Holder, viajará a Ferguson.
La policía es armada y entrenada como el ejército
Después de una década entregando equipo militar a los departamentos de policía en todo Estados Unidos, las autoridades federales están replanteándose si es una buena idea a la luz de la reciente violencia en Ferguson, Missouri.
La ciudadanía ha visto imágenes de policías fuertemente armados y francotiradores entrenados haciendo frente a manifestantes desarmados, entre columnas de gas lacrimógeno. El secretario de Justicia, Eric Holder, ha dicho que aunque la policía y los ciudadanos necesitan calmarse “me preocupa profundamente que el despliegue de equipo y vehículos militares mande el mensaje equivocado”.
La senadora Claire McCaskill, demócrata por Missouri, dijo que la respuesta policial como la de Ferguson se ha “vuelto el problema en vez de la solución”. El representante Hank Johnson, demócrata por Georgia, anunció que presentará un proyecto de ley para revertir la militarización de la policía.
A su vez, el senador Carl Levin, demócrata por Michigan y presidente de la Comisión de Servicios Armados del Senado, dijo que su panel revisará el programa para determinar si el equipo de sobra del Departamento de Defensa se está utilizando correctamente.
Una noche después de la violencia que acompañó la presencia de equipos de tipo militar en Ferguson, las tensiones disminuyeron sustancialmente cuando un capitán de la policía, sin protección y estrechando manos, caminó a través de una multitud en un gesto de reconciliación. El contraste se suma a la percepción de que los vehículos blindados y los gases lacrimógenos han hecho más mal que bien.
Mientras EEUU está por concluir su período más largo en guerra, los militares han estado entregando miles de armas y camiones blindados excedentes a los cuerpos locales de policía, que a menudo son enviados a entrenarse junto a los militares. Un informe de la organización Unión Americana de Libertades Civiles dijo en junio que los cuerpos de policía se habían vuelto “excesivamente militarizados”, con agentes utilizando en las calles capacitación y equipos diseñados para el campo de batalla.
El informe descubrió que la cantidad de bienes transferidos a través del programa de excedentes militares aumentó de un millón de dólares en 1990 a cerca de 450 millones de dólares en 2013. “Cada policía local de cualquier tamaño en este país tiene acceso a ese tipo de armas ahora”, señaló David Harris, un experto de la policía en la Facultad de Derecho de la Universidad de Pittsburgh. “Esto hace que sea más probable que las utilicen, y eso es una escalada por sí misma”.