Apunta su mirada hacia lo latente. Hacia el horizonte donde anida y alimenta a diario uno de sus
mayores sueños. Ezequiel Lavezzi apunta su carrera deportiva hacia el futuro cercano. Hacia el
Mundial de Sudáfrica. “El gran objetivo que tengo a corto plazo es ir al Mundial. Es el más
importante de todos y haré todo lo posible para ganarme un lugar en la lista final”, confesó
a modo de deseo el Pocho, mientras se toma un respiro del fútbol como consecuencia de las fiestas
refugiado en la tranquilidad que le brinda su Villa Gobernador Gálvez. “Pero ojo que también
tengo otros anhelos. Como jugar alguna Copa internacional con Napoli, club donde me tratan muy bien
y es como mi segunda casa”, amplió el delantero de la selección nacional y un confeso hincha
de Rosario Central.
“A la hora de hacer un balance, la verdad es que no sé si fue uno
de mis mejores años. Pero sí tengo bien en claro que fue bastante bueno, muy positivo en varios
aspectos”, sostuvo el punta. Su argumento se sustenta en sólidas palabras: “Es que me
consolidé en el fútbol italiano, llegué a tener más participación en la selección mayor, que es lo
que deseaba, y de a poco siento que estoy cumpliendo mis objetivos”, sostuvo.
—¿Esa seguridad interna que mostrás te lleva a pensar sólo en el
Mundial de Sudáfrica?
—No creo que sea tan así. Lo que siento internamente es que al
estar haciendo las cosas bien en mi club, las chances de ser tenido en cuenta por Diego (Maradona)
estarán intactas en cada convocatoria. También sé que primero tengo andar bien en Italia para luego
demostrar dentro de la cancha que puedo estar en ese selectivo grupo.
—¿Cómo hacés para concentrarte en Napoli y en la selección cuando
se comenta que Inter, Juventus y varios equipos de Inglaterra quieren contratarte?
—Por ahora soy jugador de Napoli, así que no pienso en otra cosa.
Rumores siempre hay, pero tampoco podés estar pensando todo el día en eso. En caso de que haya algo
concreto se analizará bien entre las partes para ver qué es lo mejor para todos.
—¿Te ampliaron el contrato como se decía?
—No, en realidad todavía no lo hice. Mi vínculo vence en 2013,
aunque si hay intención de ampliarlo, como se especula, habrá que analizarlo bien. Pero todo a su
debido tiempo. No quiero ponerme a pensar sólo en eso ahora, ya que trato de disfrutar más que nada
de este presente.
—¿Pensás que con el buen partido que jugaste ante Cataluña te abre
definitivamente las puertas de la selección argentina?
—La verdad, no sé. Es que hasta antes de ese partido la realidad
marcaba que no había tenido la oportunidad de mostrarme. Más allá de lo malo que nos fue en el
resultado, en el aspecto personal me fui contento porque pude jugar y creo que las cosas tan mal no
me salieron. El que evaluará todo a su debido tiempo es el técnico, ya que yo estoy para sumar y
deseo demostrarle a Diego que soy una buena alternativa para jugar en el ataque.
—¿Para que Diego te tenga en cuenta en la selección la tenés que
romper en todos los partidos en Napoli?
—Esto es simple, trataré de vivir el día a día. No me desespero.
Siempre tengo la ilusión a futuro, pero hay que ser consciente de que no se puede pensar más allá
de cada momento. Lo único que deseo es rendir bien con la camiseta de Napoli para cuando me citen
de la selección. Ese es el mejor camino. Espero cada convocatoria a la selección con ilusión.