México capturó ayer a uno de los capos del narcotráfico más buscados del país, Servando "La Tuta" Gómez, un maestro rural que publicaba videos justificando sus violentos crímenes y difundía fotografías comprometedoras con autoridades locales. Gómez, líder del cártel Los Caballeros Templarios, de 49 años, era uno de los principales objetivos del presidente Enrique Peña Nieto para recuperar el control de Michoacán, un Estado sacudido por la violencia y los choques entre sicarios, fuerzas de seguridad y grupos de autodefensas. Una fuente policial, que pidió el anonimato, dijo que la captura de "La Tuta" se llevó a cabo en un barrio privado de la capital de Michoacán, Morelia, sin que se disparara una sola bala. "Esto es el resultado del intenso trabajo de inteligencia de las instituciones de seguridad", dijo el mandatario en su cuenta de Twitter, en un reconocimiento a las fuerzas de seguridad. Peña Nieto atraviesa un complicado momento político, después de la desaparición y presunta masacre de 43 estudiantes a manos de un grupo del narcotráfico vinculado a autoridades locales.
Los Caballeros Templarios son una escisión de la Familia Michoacana, un grupo que surgió a comienzos de la década de 2000 reclutando ex adictos a las drogas.
Ritos y pasajes de la Biblia. El líder original, Nazario Moreno, muerto en 2014 durante un enfrentamiento con fuerzas de seguridad, obligaba a quienes aspiraban a sumarse a la organización a cocinar y comer el corazón de detractores o víctimas, según funcionarios federales. También les leía pasajes de la Biblia y los adoctrinaba para luchar contra la banda rival de los Zetas.
Con los años, además de traficar metanfetaminas, cocaína, marihuana y heroína, se apropiaron de empresas agrícolas y mineras mientras instalaban un régimen de terror en la región llamada Tierra Caliente en Michoacán, donde además cobraban extorsión tanto a pequeños comerciantes como a grandes empresas.
Gómez, por quien el gobierno mexicano ofrecía una recompensa de 30 millones de pesos (unos 2 millones de dólares), era el encargado de conseguir la "cooperación" de funcionarios y políticos para garantizar el funcionamiento de la organización.
Un mal necesario. "La Tuta", el único de los líderes narcos mexicanos que daba entrevistas a la televisión y se exhibía en Facebook y Twitter, decía que su grupo era "un mal necesario" ante la falta de estado de derecho en Michoacán y la amenaza de los Zetas, una de las bandas delictivas más sanguinarias y grandes de México. Se filtraron a la prensa tantos videos de Gómez que el conjunto acabó recibiendo el nombre de La Tutoteca. En algunos de ellos aparecía hablando a la cámara solo en un rancho y en otros conversando en alguna de sus propiedades con altos cargos políticos de Michoacán. "La Tuta", un mote ganado de niño por su pronunciada nariz semejante a la de un español que trabajaba en una obra cercana a su casa, aprovechaba cualquier grabación para insistir en que su organización, a la que consideraba una "fraternidad", sólo era resultado de un vacío de poder. Estaba obligado, según decía, a proteger "al pueblo de Michoacán" de los cárteles Jalisco Nueva Generación y de Los Zetas, fundado por ex militares de élite desertores. "Somos un mal necesario", dijo en una entrevista clandestina con la cadena estadounidense Fox en diciembre de 2013.
Una biografía de la fiscalía federal decía que era capaz de asesinar sólo porque las cartas del tarot le revelaban a supuestos traidores. "Hay cosas que se salen de cauce porque hay gentes que no establecen el estado de derecho", dijo el delincuente en una de sus últimas entrevistas con la cadena Fox en español, de Estados Unidos, en la que aparece sentado frente al periodista con cuatro hombres armados con fusiles de asalto a su espalda. Sobre su salto del magisterio al narcotráfico, ‘La Tuta' explicó a Fox que, si bien ser maestro es un trabajo "sano y honesto", no encajaba con sus "aspiraciones e hiperactividad".
Además, publicó fotos y grabó en video encuentros con distintos funcionarios de la región, que acabaron en la cárcel. En una de las últimas aparecía con el hijo del entonces gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo, quien terminó renunciando en junio del año pasado aduciendo problemas de salud. Meses antes, había sido detenido su secretario de gobierno por complicidad con Los Templarios.
"La Tuta", que según habitantes de poblados de Michoacán tiene varias "esposas", era el tercer narcotraficante en la cúpula de La Familia, un cártel con una ideología pseudorreligiosa que se formó hacia 2005 y del que se separó después de que el gobierno diera erróneamente por muerto a fines de 2010 al líder Nazario Moreno alias "El Chayo". Moreno, quien finalmente fue abatido el pasado marzo, y Gómez formaron Los Caballeros Templarios, que continuó reclutando sicarios con su discurso visionario, cooptando a políticos y policías y extorsionando a pequeños y grandes empresarios.
Bandas más pequeñas. "La Tuta" era uno de los 32 nombres en una lista negra del gobierno. El año pasado, las autoridades capturaron al líder del cártel de Sinaloa, Joaquín "El Chapo" Guzmán, a Vicente "El Viceroy" Carrillo Fuentes y al último del clan de los Beltrán Leyva, Héctor. La captura de grandes capos ha conducido al fraccionamiento de los cárteles en bandas más pequeñas. En enero, Peña Nieto intervino Michoacán con miles de policías federales, militares y marinos, en un intento por poner orden después de que el Estado cayera en una especie de guerra civil por los choques entre templarios y grupos de autodefensa. En sus últimas apariciones en Youtube, donde solamente se escucha su voz, "La Tuta" dijo que prefería que lo mataran a ser capturado vivo.