El choque de ayer se promocionó como el duelo entre Messi y Cristiano, las dos máximas figuras del fútbol mundial que cada año pelean palmo a palmo por el Balón de Oro. Pero lejos estuvo de eso, ya que pasaron prácticamente desapercibidos y ambos estuvieron en cancha sólo durante 45 minutos.
En el estadio de Manchester United el fútbol fue una palpable ausencia. Los silbidos para Messi se hicieron escuchar tanto como los aplausos para Cristiano.
La idolatría por el portugués en Manchester hizo ver al rosarino como un villano.
En la cancha nunca hubo un duelo real ni individual ni colectivo. Ambos cracks se habían encargado públicamente de calificar el partido como “sólo un amistoso”, y en el campo faltó esa competencia constante que libran por el trono al mejor del mundo.
Poca importancia le dio Messi al duelo con el luso. Tras el partido sólo hizo hincapié en el rendimiento de su equipo: “Hay muchas cosas para rescatar”, manifestó.
“Jugamos un buen partido en general en los noventa minutos. Hicimos lo que pretende el Tata (Martino): tuvimos la pelota, presionamos bien arriba y ellos casi no llegaron. No se nos dio en el resultado, pero hay muchas cosas para rescatar”, continuó.
Y agregó: “Más allá de la derrota, creo que jugamos bien y vamos por buen camino. Nos vamos adaptando al juego que pretende el DT y eso es lo más importante”.