Menos inversión, más apagones
Reflexiones, por Federico Angelini / Diputado provincial por el PRO. Se la mire por donde se la mire, la crisis energética en la provincia de Santa Fe es ya indisimulable. El problema no resuelto nos ha llevado a la vulnerabilidad en un sector delicado y vital para la sociedad.
30 de diciembre 2013 · 01:00hs
Se la mire por donde se la mire, la crisis energética en la provincia de Santa Fe es ya indisimulable. El problema no resuelto nos ha llevado a la vulnerabilidad en un sector delicado y vital para la sociedad. Así, los cortes de la última semana dejaron a miles de familias sin luz, dejando en evidencia un sistema obsoleto. Situación a la que no se llega de forma accidental sino que es el resultado de años de políticas incorrectas. De cara al futuro, las soluciones deben pasar por un programa de inversiones estratégico que permita acompañar el crecimiento de la demanda. A saber, la crisis energética de la región responde a diversos factores. Cabe señalar que en un escenario de recaudación tributaria récord, como el que sostiene el gobierno santafesino, y en el que crecen exponencialmente partidas de la EPE menos relevantes para la vida cotidiana de los contribuyentes como los fondos para publicidad y propaganda que se incrementaron un 177 por ciento entre 2008 y 2012; la partida de pasajes y viáticos que creció un 183 por ciento en el mismo período, por citar dos ejemplos, resulta un contrasentido muy perjudicial la clara desinversión en materia energética que está realizando el gobierno de Santa Fe.
No hemos comenzado siquiera el período estival pleno y ya los ciudadanos de Rosario y de la provincia comienzan a padecer cortes de energía frecuentes, lo que augura un verano complejo no sólo por las incomodidades que la falta de electricidad acarrea, sino también por las pérdidas económicas y comerciales que los apagones producen.
Desde Fundación Pensar (Santa Fe) hemos advertido oportunamente la preocupante situación de la Empresa Provincial de Energía, que ha ido perdido paulatinamente niveles de inversión para mantener y renovar la infraestructura eléctrica. En los últimos años, se han sub-ejecutado las partidas cuando, justamente, el escenario presenta un firme crecimiento en la demanda.
Puntualmente, en 2009, del presupuesto de $ 275 millones, sólo se ejecutó el 64 por ciento ($176 millones); en 2010 se ejecutó tan sólo el 42 por ciento de los $298 millones presupuestados; en 2011 se presupuestaron $300 millones y sólo se ejecutaron $202 (67 por ciento); y el año pasado se ejecutaron $300 millones, de $381 millones presupuestados.
La decisión de subejecutar partidas de manera sistemática nos lleva a cuestionar la política de la empresa y del gobierno provincial, que parece ir en sentido contrario a invertir lo necesario para que la oferta de electricidad pueda satisfacer a una demanda cada vez mayor. Lamentablemente, de continuar por este sendero, los cortes, lejos de ralentizarse, serán cada vez más frecuentes.
La crisis energética fue negada mientras se pudo por el gobierno provincial. El diagnóstico viene entrelazado con la falta de inversión e incapacidad de las gestiones, que no solo bajó las partidas para inversión en electricidad en Rosario de 2012 a 2013, sino que subejecutó las partidas que estaban previstas y gastó el dinero asignado para la EPE en otros rubros.
En esta época resulta crucial que el suministro eléctrico funcione con normalidad, tanto para la salud y bienestar de los santafesinos, como para el correcto funcionamiento comercial y económico de la provincia.
Sin una inversión que acompañe la realización de obras, desafortunadamente se está lejos de solucionar los problemas energéticos en Santa Fe. En ese contexto, surge con mayor urgencia la necesidad de avanzar con el plan de inversiones y una estrategia con metas y plazos para transformar la matriz energética y modernizar el sistema eléctrico.