La ampliación de los estudios médicos a Liliana Montenegro, la mujer de Zavalla que denunció la sustracción de sus bebés, no acreditó la existencia de su embarazo ni que haya dado a luz. Al menos así se desprende de la medida llevada adelante días atrás en el Tribunal Superior Nº 1 de la capital cordobesa por dos médicas tocoginecológicas ante la presencia de un perito de parte aportada por la defensa de las imputadas en el misterioso caso.
La Capital intentó sin éxito comunicarse con las fiscales de Casilda, Marianela Luna y Lorena Aronne, así como con el fiscal Jorge Baclini, para que echaran luz sobre el contenido del informe. No obstante, en un comunicado difundido anoche por el Ministerio Público de la Acusación de Rosario (del que depende el de Casilda, donde se sustancia la causa), se hace un racconto de las actuaciones sobre el caso, los distintos resultados a los que tuvo acceso la fiscalía y las ampliaciones peridicales.
La última, realizada el 28 de octubre y cuyos resultados se difundieron ayer, lleva la firma de las doctoras Liliana Morán y Perla Wior. Las profesionales no pudieron determinar el estado de gravidez de la mujer, así como el parto al que dijo haber sido sometida el 13 de julio en una clínica de Casilda, para terminar luego siendo víctima de la sustracción de sus hijos recién nacidos. La respuesta surgió a partir de preguntas formuladas por la defensa para despejar dudas en torno a la veracidad de los dichos de Montenegro y allanar el camino para intentar esclarecer el confuso episodio donde aparecen incriminados dos matrimonios de Casilda.
En el parte de la Fiscalía Regional Segunda de Rosario se aclara que la junta médica sustentó sus respuestas en base a “la documentación aportada, la cual no fue una historia clínica completa, sino evaluciones de distintos especialistas médicos que tuvieron contacto con Montenegro, por lo que no se pueden afirmar las conclusiones de que si tuvo o no un parto prematuro, parto (en fecha) o qué paso con el desarrollo de su supuesto embarazo”.
En ese sentido, “el informe médico forense fechado el 24 de octubre reza textualmente en su conclusión que “en función a los elemenos aportados hasta el momento, no se cuenta con documental médica que pueda dar fehacientemente certeza de que Liliana Beatriz Montenegro haya cursado un embarazo reciente. Mediante el estudio cualitativo de subunidad beta de gonadotrofina coriónica realizado en el Hospital Eva Perón en fecha 2 de diciembre de 2013, se ha descartado objetivamente que haya estado en ese momento embarazada”.
No hay exámenes. Además, “no obran en la documental aportada registros de evaluaciones obstétricas o de exámenes complementarios, ecografías o estudios de laboratorio, propios de los controles de rutina que se deben realizar a toda mujer gestante durante el período de tiempo desde el 2 de dieciembre hasta el 13 de julio, fecha del supuesto parto alegado por Montenegro. Asimismo, de los exámenes complementarios y evaluaciones médicas solicitadas no surgen elementos que indiquen en forma objetiva la existencia del embarazo reciente alegado, y mucho menos un parto reciente”, reza el documento.
La documental elevada por las fiscales Luna y Arone permitieron a las dos médicas responder a una serie de preguntas, aunque “sin dar certezas de que la denunciante se encontraba embarazada con posterioridad al mes de abril del corriente año y que la misma haya tenido un parto vaginal en julio”. Asimismo explicaron que para la primera pericia tuvieron en cuenta “las certificaciones escritas de los médicos que la asistieron y son ellos quienes con rigor científico deberán ratificar o rectificar las conclusiones”, en relación a la primera pericia realizada por el forense Germán Sánchez Caranicolis.
No obstante manifestaron un rotundo “no” ante el último punto ampliatorio de la pericia solicitada, sobre si les consta objetivamente y con certeza científica si Montenegro cursó un embarazo gemelar durante 2014.Los resultados esgrimidos potencian aún más las sospechas en torno a la veracidad de un hecho cuya investigación sigue tan estancada como el primer día, mientras se respira un de clima de asombro social y opiniones divididas.
La medida desarrollada se basó en ocho preguntas de las cuales seis surgieron de la defensa y dos de Fiscalía. Se ignora si con estos resultados la causa dará o no un giro en procura de su esclarecimiento aunque nadie ignora que, al menos hasta ahora, está rodeada de más dudas que certezas.
































