Mientras se prepara para protagonizar una película uruguaya, produce el regreso de Willy Crook y ultima los detalles para un disco a dúo con Jaime Torres, el músico argentino Daniel Melingo volvió a presentar sus tangos irreverentes a sala llena en París.
“Intento hacerme lugar para las cosas que me gustan, pero sin enloquecerme. Selecciono para no descuidar ningún flanco. Barajar entre la producción artística, la actuación. Todo eso intento relacionarlo con mi carrera solista”, le contó Melingo a Télam en un local turco de comidas rápidas del popular y multiétnico barrio parisino donde realiza sus ensayos.
En medio de una gira europea por su fulgurante carrera solista, Melingo se hará tiempo para protagonizar una película en la que interpretara a un músico preso.
“Será la ópera prima del cineasta uruguayo Germán Tejeira, que se llamará «Una noche sin luna», un título que sale de una canción mía. Se va a filmar en diciembre cerca de Montevideo”, confió, entusiasmado, Melingo. “La película tiene mucho que ver con mi mundo. Hago un personaje misterioso, un músico preso que Tejeira compuso a mi medida: parco y de poca habla”, abundó entre risas.
Melingo cantará en algunas escenas de la película, que contará con los músicos Liliana Herrero y Jaime Torres versionando temas del hacedor de los álbumes “Tangos bajos” y “Ufa”.
También con el charanguista tucumano, de 74 años, Melingo prepara un disco compartido al que definió como “un mano a mano con el maestro”.
“Será un disco —anunció— que fusionará una música global argentina. Con el paño que maneja Jaime Torres maneja y otros géneros que a mí me gustan logramos que entre dos outsiders armemos un sonido que tiene muchas cosas”.
Y ajustó sobre el material que será editado por un sello francés que “no está definido, pero hay una especie de milonga del altiplano flotando”.
Asimismo, el clarinetista retoma la producción al encargarse del regreso del saxofonista Willy Crook, máximo exponente de la escena funk argentina.
“Me pone muy contento poder producir otra vez porque es una de las cosas que más me gustan pero que dejé de lado por mi carrera solista. No me produzco mis discos y poder hacerlo con Willy es muy especial”, aseguró.
Dentro de su prolífico presente, el mes pasado Melingo afianzó su idilio con París al colmar la mítica sala La Cigale, su concierto más grande desde que comenzó a tocar en la capital francesa en 2004.
Desbordando energía e histrionismo, durante el concierto Melingo cautivó a las más de 1.000 personas que llenaron La Cigale. “Fue un concierto muy importante, después de haber llenado dos veces El Café de la Danse en diciembre, apostamos por un lugar mas grande”, repasó.
“Formamos una banda, de amigos músicos argentinos y franceses, unos Ramones del tango de aquí. Es un honor tocar con Diego Trosman (guitarra), Romain Lecuyer (contrabajo), Facundo Torres (bandoneón), Anne le Pape (violín) y, como siempre, Rodrigo Guerra, quien viene desde Argentina junto a mí”, aseguró.
En su concierto de casi dos horas, Melingo tuvo como invitado al acordeonista francés Daniel Mille, con quien tocó a dúo la canción “Pichona” de su último disco. Proximamente encarará una gira británica de promoción, que incluye 14 fechas en Irlanda, Escocia e Inglaterra, donde sobresale una velada en Londres.
Toda esa movida en torno a “Corazón y hueso”, obedece a que se trata del primer trabajo de Melingo para Harmonia Mundi, una de los sellos más prestigiosos de Francia.
A finales de 2011 el álbum fue presentado con pompa y una fuerte campaña publicitaria y para 2013 será objeto de una nueva gira europea. Entre marzo y abril, Melingo se instalará en París para presentar su autoproclamado “prototango” en diversos festivales de la primavera europea.
“Tengo la base armada en París pero el sello está haciendo un trabajo muy importante en toda Europa”, concluyó.