Pocos rodeos a la hora de ponerles palabras a una sensación que no será de las habituales. Es que no todos los días un jugador se para en la cancha del club que lo crió y lo formó futbolísticamente. Jorge Broun es el hombre en cuestión. El Fatu que allá por enero de 2013 dejó Central porque sintió que ya no iba a encontrar la continuidad que tanto buscaba, aunque aquel paso lo dio después de renovar varias veces su contrato y hasta rechazando alguna que otra oferta. Hoy el destino lo pone ante una situación particular. De cara a un “partido raro”, como él mismo se encargó de resaltar más de una vez en el extenso mano a mano que mantuvo con Ovación y en el que dio sobradas muestras de la incomodidad que le genera una previa con “sensaciones encontradas”.
El detalle de que será “la primera vez que voy a ir al Gigante como visitante” no se le cae de la boca. Lo repite una y otra vez. Tal vez de manera inconsciente. “Tengo ganas de que empiece el partido y a la vez mucha incertidumbre de lo que pueda ocurrir con la gente”, destacó Broun, quien tras su alejamiento de Central (se fue a mitad de la temporada 2012/13 con el equipo en la B Nacional, con Russo como técnico y después de haber estado en ese torneo sentado en el banco durante 18 fechas) tuvo un pa-
so por Antofagasta de Chile, hasta que le llegó la oportunidad de sumarse a Colón, paso que junto a su representante (Roberto San Juan) no dudaron en dar.
Suele pasar que cuando un jugador se va del club en el que se crió, imagina que alguna vez puede llegar a enfrentarlo. Es el caso de Fatura. “Cuando salí de Central supe que en alguna oportunidad me podía llegar a tocar jugar de visitante en esa cancha. En la medida de lo posible trataré de disfrutar el partido porque volver a jugar en el Gigante va a ser lindo”, tiró. Y agregó: “Va a ser raro hasta el hecho de ir a un vestuario que conozco muy poco, sólo cuando tuvimos que utilizarlo por alguna remodelación en el local”. Si podrá disfrutarlo o padecerlo, dependerá de las sensaciones de ese mismo momento. “No sé si alcanzaré a disfrutar el partido, seguramente podré hacerlo después”.
Y qué decir del recibimiento de la gente. Es que en casos como estos suele ser lo que más incertidumbre genera. “Obvio que pienso cómo puede llegar a reaccionar la gente. Al ser la primera vez la incertidumbre está. No me fui mal del club y hasta el día de hoy la gente me saluda cuando me cruza por la calle y con mensajes a través de las redes sociales. Veremos qué sucede con la cancha llena. Seguro habrá hinchas que tendrán un lindo recuerdo de mí y otros que no porque no a todos les puedo gustar como jugador”, advirtió el arquero sabalero.
—¿Es una cuenta pendiente no haber tenido continuidad?
—Sí. No me arrepiento de todo lo que hice en mi carrera, lo que pasa es que al ser hincha de Central siempre prioricé quedarme, pero hoy viéndolo de afuera y más fríamente en algún momento hubiese sido mejor irme para dejarle algo al club, pero me tocó salir con el pase libre del club que me vio crecer. Ojalá en el día de mañana, si está la posibilidad, pueda regresar para devolverle algo a la institución.
—¿Imaginás un partido con mucho trabajo?
—Totalmente. Estoy convencido de que va a ser un partido con mucho trabajo no sólo para mí sino para mis compañeros en la parte defensiva. Ojalá salga un partido abierto.
—¿Qué características notás en este Central puntero?
—Veo un equipo con mucha intensidad, que corre mucho y le mete mucho ritmo. Además de mitad de cancha hacia adelante tiene jugadores muy desequilibrantes, como Marquitos (Ruben), a quien conozco de las inferiores, que está en un momento bárbaro. Con nuestras armas deberemos contrarrestar lo que pueda hacer Central.
—¿Si ganan sería un batacazo?
—Sí, y creo que se puede dar, más allá de los sentimientos que uno tenga. Pero por cómo estamos nosotros y cómo llega Central sería un batacazo.