Maju Lozano reconoció que el humor es central en su carrera. "Y sí, me ha dado
de comer", bromeó en plan de ilustrar esa faceta suya con la cual se la identificó desde que saltó
a la televisión. Esa actitud se pudo comprobar en "RSM", "Clase X" y "Ran 15", entre otros ciclos.
También en la radio, junto a Lalo Mir, y en su rol actual de colaboradora para la revista "Susana".
Mientras disfruta de su nominación a los Martín Fierro por "RSM", y aunque algunos proyectos queden
en stand by, como el ciclo "Amores ciegos", Lozano apuesta a seguir adelante y contó que tiene en
carpeta cine y teatro, con lo cual volverá a su primer y uno de muchos amores: la actuación.
—¿Por qué el humor terminó siendo parte central en tu trabajo?
—Trato de tomarme las cosas de un modo relajado, si no todo es demasiado
drástico. Y sí, también me ha dado de comer (risas) .
—Estás en la radio y en la revista, pero ¿extrañás la televisión?
—Estoy con Lalo a la mañana y con la revista de Susana, pero no sé... La
tele está buenísima, pero no es que la extraño. Al estar en la radio y escribir en la revista sigo
conectada con la gente. La tele es genial. Cuando uno hace algo de tele se pregunta cómo será no
hacerlo; después no lo hacés y te acostombrás. Pero estoy con ganas de volver, obviamente. Es el
lugar donde me divierto, me siento cómoda y básicamente la paso bien.
—¿Lo sentís como un espacio más competitivo que la radio?
—Son bien distintos. En la tele uno tiene más exposición y es más masiva;
la radio tiene otra magia, otra tranquilidad y otros tiempos. Son cuatro horas, uno puede ir
diciendo y desdiciéndose en el mismo momento. Hay tiempo para el retruque. La tele es más mezquina
en ese sentido, pero tiene otra inmediatez, sobre todo si vas en vivo. Tenés que estar atenta, hay
mucho de repentismo. La radio tiene tiempos más tranquilos, es un poco más bondadosa en algunas
cosas.
—¿Cuál fue tu mejor experiencia hasta ahora?
—"RSM" fue el programa bisagra, hay un antes y un después. Fue muy
generoso conmigo y con todos, en realidad.
—Sin embargo renunciaste para irte a "Mañanas informales".
—Dejar "RSM" fue como cuando me fui de Paraná. Era estar en un lugar
calentito, de mucha contención. Fue una decisión difícil. Yo estaba en un programa que funcionaba y
que funciona muy bien, donde había un gran grupo de laburo y me estaba yendo a probar algo que
desconocía un poco pero que sentía que era una oportunidad que no podía dejar pasar. Así que en el
momento de la caída de "Mañanas..." fue bravo. De verdad que lo fue.
—Y ahora estás nominada para el Martín Fierro como conductora y labor humorística, y
compartís la categoría con Mariana Fabiani.
—Es muy loco. El otro día hablamos de eso y nos daba risa. También está
Maru Botana, Susana Giménez y Mirtha Legrand. Un quinteto power.
—¿Te considerás un personaje popular a pesar del relativo poco tiempo que tenés de
carrera?
—No, popular no. Creo que soy una mina que de a poco se va haciendo más
conocida básicamente por el tipo de trabajo que hago. Tengo como la suerte de tener laburo en un
medio muy difícil y de lo que a mi me gusta sin tener que pelearme con nadie ni salir con ningún
futbolista (risas). Es una gran suerte en este momento cuando el laburo no abunda en ningún
ámbito.
—Sos actriz, y también fuiste productora y conductora. Ahora colaborás como escritora
. Por si fuera poco, hacés comerciales. ¿Cómo compaginás todos los roles?
—No es ni un peso ni un laburo. Me gusta estar en la misa y en la
procesión. Me gusta esta cosa de no tener algo fijo y único e ir probando. La paso muy bien en la
radio, escribiendo para "Susana" o en la tele. La verdad es que necesito todo el tiempo hacer cosas
distintas porque si no me aburro. En cierto punto, en lugar de agotarme me renueva y me recarga las
pilas. Me aburro con una facilidad espantosa, como si fuera una criatura (risas).
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