A medida de que el escenario de ballottage se fue instalando anoche con fuerza con el correr de las horas, comenzó a adquirir mayor significado el papel que cumplirá Sergio Massa, el líder de Una Nueva Alternativa (UNA), fuerza que quedó en la tercera posición en las elecciones presidenciales, ya que su caudal de votos será determinante para inclinar la suerte de la segunda vuelta. “En tres semanas tenemos que elegir un camino. Sabemos cuál es nuestro rol y nuestra responsabilidad. En las próximas horas nos juntaremos con integrantes del partido, intendentes y legisladores que integran nuestra fuerza para armar un documento único que les muestre a los argentinos que hay otra forma de hacer política”, comentó el dirigente de Tigre, minutos antes de las 23, en su búnker ubicado en el complejo Pipa, en la localidad de Rincón de Milberg.
Si bien Massa no adelantó certezas contundentes sobre posibles acuerdos de cara al futuro inmediato, expresó que “queremos que de una vez por todas en Argentina no se discutan cargos, sino programas de gobierno. Pensando solamente en cómo le podemos generar un país mejor a nuestros hijos y nietos”.
En el mismo sentido, el referente de UNA remarcó que “nos van a encontrar en este camino. El de construir un cambio positivo e inteligente para nuestro país”.
Y profundizó: “En la Argentina hay un compromiso para que no haya impunidad, hay que luchar contra la corrupción. Queremos ser garantes de ese proceso en las calles, en cada intendencia, en cada lugar en el que nos otorgó responsabilidad la sociedad argentina”.
Massa pronunció estas declaraciones en el búnker de UNA, acompañado por su familia y los principales dirigentes de la fuerza, como Roberto Lavagna, Felipe Solá y Gustavo Sáenz (su compañero de fórmula), a quienes agradeció, y a la espera del cordobés José Manuel de la Sota, a quien definió como “el mejor gobernador de la Argentina”.
Durante su dircurso, que careció de matices altisonantes y buscó poner en valor los aspectos de su propuesta, Massa le agradeció a la gente que votó a su frente y celebró haber participado de “una jornada democrática llena de participación”. El líder opositor sostuvo que “hoy (por ayer) termina una etapa en la Argentina, y empieza una nueva”.
En relación a esos próximos pasos, subrayó que “esta nueva etapa nos va a encontrar luchando por aquellos sueños en los que creemos. Por ese país que sentimos que Argentina puede ser, si nos animamos a construir políticas de Estado, pensando en el largo plazo y poniendo prioridades en la agenda”.
“Quiero agradecer también a la militancia que creyó que alguien de 42 años, que tiene la convicción de armar equipos, y tiene el coraje como marca en la piel, podía llegar encabezar una nueva etapa en el país”, confió Massa hacia sus seguidores.
Al lado. “A esos millones que nos dieron su respaldo les digo que voy a seguir peleando, al lado de ellos, al lado de cada jubilado, porque Argentina no se merece que un preso gane más que un jubilado. A los trabajadores les decimos que vamos a seguir peleando al lado de ellos, para que se termine la Argentina de ese robo que es el impuesto a las ganancias. El salario no es ganancia”, exclamó sin titubear.
Massa también deslizó críticas precisas a algunas prácticas de la gestión kirchnerista. “Hay que terminar con los dos estados: el estado formal y el estado parásito. Hay que terminar con la Argentina de la cultura de los planes. Porque los planes son emergencia, y la cultura es el trabajo”.
“Creemos que el Estado necesita de grandes acuerdos. Sin mezquindades, sin querer sacar ventaja. Vamos a ser guardianes de este proceso”, concluyó.