Las demandas de renovación y ampliación de la infraestructura vial, ferroviaria y fluvial coinciden con el ingreso a una etapa de un menor ritmo de crecimiento económico en la Argentina, y por los desafíos que se presentan para avanzar en el desarrollo del país aparecen como más complejos de resolver. El incremento de los costos logísticos está impactando en la competitividad de la industria local. Así lo expresaron empresarios y economistas durante el Precoloquio Centro que se realizó esta semana en el hotel Pullman de Rosario, que es una de las últimas paradas previa al Coloquio que tradicionalmente se realiza en octubre en Mar del Plata.
Con números desplegados en power point ante una nutrida platea de directivos de empresas, la presidenta de General Motors Argentina, Isela Costantini, y el titular del grupo Los Grobo, Gustavo Grobocopatel, expusieron la realidad y necesidades de los dos principales polos productivos de la región en materia de infraestructura.
Al panorama de atraso en el mantenimiento y demanda de nuevas obras viales, férreas y portuarias, que se necesitarían para ponerse a tono con el rápido crecimiento que registraron estos sectores en la última década, Costantini y Grobocopatel le sumaron perspectivas optimistas: continuará el aumento de la producción de vehículos y granos en los próximos años. Ambos sustentaron este escenario en el crecimiento de la clase media en Latinoamérica y en la mayor demanda de producción agrícola, principalmente de Asia.
Costantini estimó que este año se cerrará con un nuevo récord de patentamientos y proyectó un aumento promedio de la producción automotriz local del 3,6% hasta el 2016. En los últimos 20 años el plantel de vehículos creció 164% en Argentina. Hay un vehículo cada 250 personas en el país.
Grobocopatel tomó las proyecciones del Plan Estratégico Agropecuario (PEA), en el que se prevé llegar hasta las 160 millones de toneladas de granos en 2020. En la actualidad las estimaciones están en las 100 millones de toneladas.
En panel siguiente, el economista jefe para América del Sur de HSBC, Javier Finkman, agregó que América latina crecerá 2% este año, menor al 2,8% que había proyectado anteriormente.
Por todas estas variables, la presidenta de GM consideró vital una recomposición de la “cultura” del ferrocarril en la Argentina.
En un mapa expuso cómo los vehículos que se fabrican en Alvear recorren en camiones y barcos trayectos que podrían ser sustancialmente menores, y los costos también.
La ineficiencia en usos de camiones le representan a la compañía un 16% más en el rubro logístico, que significan el 5% del valor total del vehículo (71% se explica en transporte y 25% por almacenamiento). Los costos logísticos aumentaron 30% en el último año, añadió. También influyen cada vez más en los costos los trámites burocráticos.
De allí que la número uno de la compañía estadounidense en Argentina informara a la platea de empresarios que mantiene conversaciones en los últimos meses con el gobierno provincial y la concesionaria Terminal Puerto Rosario (TPR) para el desarrollo de un área multimodal que les permita la explotación de su comercio exterior desde Rosario, negocio en el que también mostraron interés automotrices radicadas en Córdoba y del sector agroindustrial de la región.
La directiva consideró clave el desarrollo del puerto local. Una apuesta mayor sería asociarlo con el plan de inversiones que lanzó la Nación para el tren de pasajeros Rosario-Buenos Aires con los de carga.
Si bien la idea de una salida por el puerto rosarino estuvo presente desde la radicación de GM en Alvear, la saturación de la terminal portuaria de Zárate y las perspectivas de continuidad del crecimiento de las exportaciones del sector, y la futura producción del nuevo vehículo que fabricarán en Rosario a partir de 2015, hoy denominado “Proyecto Fénix”, demanda una nueva alternativa de salida al exterior para autos locales. En la actualidad GM exporta el 82% vía barcos que salen de Zárate.
El impacto de potenciales negocios para el puerto local podrían ser aún mayores. Grobocopatel recordó que varias de las recientes inversiones en el sector agroindustrial, que se desplazaron a Paraguay, por diversas trabas burocráticas nacionales, podrían haber anclado en la región. Pero apuntó que aún existen muchas posibilidades para atraer inversores que apuesten al agregado de valor de la producción primaria y al desarrollo de los servicios asociados. Reiteró que Rosario debe ser el corazón de ese entramado, entre otras cosas, por las condiciones naturales de la región.
El problema de infraestructura insuficiente aparece, para estos sectores productivos, como una variable hoy más importante que el valor de la moneda en la definición de la competitividad respecto a otros países. “Los problemas del país no los resolvemos tocando el tipo de cambio”, dijo Grobocopatel.
Otro de los aspectos que señalaron los empresarios como barreras para el desarrollo logístico en la región son las mezquindades políticas entre Nación y provincia. Este fue unos aspectos clave comentado en los pasillos entre los 400 directivos presentes en el Precoloquio.
En este sentido, en el cierre del evento, el gobernador Antonio Bonfatti recordó potenciales proyectos que tendrían financiación internacional pero que no se materializan por la falta de autorización del Ejecutivo nacional para que la provincia se endeude en el exterior pese a las bajas tasas de interés y el impacto que tendrían esas obras no sólo en las empresas sino en el conjunto de la sociedad. •