El titular del Juzgado Penal 11 de San Jorge, Néstor Troncoso, rechazó el pedido de los familiares directos de Guido Antici, padre del actual jefe comunal de María Susana, de constituirse como querellantes en la causa que investiga el robo, la golpiza y su posterior muerte ocurrida el 24 de marzo de 2006, tras un episodio que conmocionó a María Susana y la región y aún continúa sin resolución.
Cuando parecía que el caso quedaría impune, un detenido por otro crimen ocurrido en 2013 habló, confesó su participación en la planificación y ejecución del robo a la casa de Antici y señaló quiénes fueron sus cómplices.
El pedido para ser querellante fue presentado por los familiares de Antici ante la Fiscalía a cargo de Carlos Stegmayer quien avaló la solicitud y la elevó a consideración de Troncoso. El juez declaró inadmisible la presentación, interpretó que los allegados a la víctima debían constituirse como actores civiles y no como querellantes, pues la causa se tramita bajo el viejo sistema penal.
Ahora Stegmayer objetó la decisión y deberá resolver la Cámara de Apelaciones. "Admito que la jurisprudencia está dividida. Hay quienes piensan como el juez y quienes creen que a la víctima hay que otorgarle un rol importante para el control de la causa penal. Por eso fundamenté mi pedido y recomendé no perder de vista que los jueces tienen que tener en cuenta lo que dice la Constitución y los tratados internacionales al respecto. La víctima ya no es un convidado de piedra y merece un rol importante dentro del proceso penal", explicó Stegmayer.
En igual situación está la apelación hecha por el fiscal respecto de la decisión de Troncoso de dictar la falta de mérito para los imputados por el crimen de Antici. Más cuando existía la confesión de un detenido por otro crimen que reconocía haber participado del robo en María Susana, aquella noche del 26 de febrero de 2006, cuando Antici recibió la golpiza que derivó en su muerte, 28 días después.El detenido, Hugo Rodríguez (36), además señaló quiénes fueron los tres cómplices y disparó así una investigación ordenada por el juez Octavio Silva de Santa Fe, quien tuvo la causa inicial —ya que cuando ocurrió el hecho no había Juzgado en San Jorge— y detuvo a Lisandro Giménez (39), Rafael Miras (37) y Ariel Meyer (41).
Silva le dio instrucciones a la policía para que investigue lo que había denunciado Rodríguez, quien estaba detenido por el asesinato de Elsa Sanmartino, ocurrido el 1º de febrero de 2013 en Piamonte. Bajo el argumento de haber reflexionado en su detención en la Alcaidía de la UR XVIII en Sastre, Rodríguez, pidió hablar con el juez para contarle su participación en un caso anterior: el robo a la casa de Antici, un octogenario de María Susana a quien golpearon con violencia, no logró recuperarse y murió un mes después en Rosario.
Según el relato, su arrepentimiento se debía a que cuando planearon el asalto, se fijó claramente que no lastimarían a nadie. Al parecer la situación se desbordó y uno de los asaltantes golpeó a Guido para que dijera dónde escondía el dinero. Después la policía detuvo a los presuntos participantes del atraco y Silva pidió indagar a cada uno. Allí se produjo, por error o negligencia, una situación insólita: el denunciante y los denunciados fueron recluidos en igual celda. Cuando fueron a declarar Rodríguez se abstuvo y los otros tres negaron la participación.
Luego, Silva determinó que en virtud del nuevo sistema judicial el caso se tramitara en San Jorge y envió el expediente. Cuando se produjo el traslado, ydado que ya se habían tomado las indagatorias, ya corría el plazo de 10 días para procesar o dictar falta de mérito. Cuando Troncoso recibió el expediente ya habían pasado 11 días. Stegmayer citó a Rodríguez para que ratifique sus dichos. Rodríguez pidió cumplir el resto de su condena en Sastre para estar alejado de sus supuestos cómplices. Ante la negativa, Rodríguez dijo haber declarado bajo presión.