“El amor no fue ni será, es presente y es eterno. Las baladas son vías cortas para
encontrarse con el amor”, dijo Marco Antonio Solís. El cantautor mexicano, que se presenta
esta noche, a las 21, en el Hipódromo del Parque Independencia, sigue enamorando con sus canciones,
en la que el romanticismo y su sentimiento religioso confluyen en un cóctel explosivo que no deja
de sumar fans y premios por todo el mundo.
“Pero recuerda/ nadie es perfecto y tú lo veras/ más de mil cosas
mejores tendrás/ pero un cariño sincero jamás”, canta Solís en “Tu cárcel”, uno
de los temas en los que, como cita en esta nota, no puede dejar de cantar en sus shows. Sobre las
distintas facetas del amor, el perdón, la humildad y también de su esencia como intérprete, habló
con Escenario, en el marco de su gira “En total plenitud 2010”.
—¿Cómo es ser un cantante romántico en tiempos en que los románticos
son casi una especie en extinción?
—Considero que el romanticismo existe, pero tiene otras expresiones
en la juventud,ser un expositor de romanticismo en estos tiempos para mí es un privilegio que
disfruto y agradezco.
—¿Las baladas de amor son el reaseguro de que el amor será
eterno?
—El amor no fue ni será...Es presente y es eterno. Las baladas son
vías cortas para encontrarse con el amor.
—¿”En total plenitud” es el trabajo en el que sintetiza
su mayor expresión espiritual y su manera creyente de ver la vida?
—”En total plenitud” es una manifestación abierta de lo
que mi alma no le consultó a mi mente, simplemente lo expreso y ya.
—¿En cuánto ayudó su fe religiosa a delinear su exitosa carrera
internacional?
—Mi fe es el puente invisible que me he atrevido a cruzar sin dudar.
Mi fe es en Dios ante todo.
En el tema “Adónde vamos a parar” usted propone “démosle
paso a la humildad” ¿Siente que al mundo le sobran soberbios y le falta humildad?
—En mi humilde y particular percepción, creo que el mundo sufre la
falta de perdón, creo que la influencia mediática mal fundamentada es uno de nuestros peores
enemigos. Empezamos a creer en todo y paralelamente dejamos de creer en nosotros mismos,
convirtiéndonos así primero en nuestros propios implacables críticos y después en el de nuestro
prójimo.
—¿En este contexto cómo se vincula el amor y el perdón?
—Perdonar es una de las más auténticas manifestaciones del amor
verdadero. Necesitamos despojarnos de los resentimientos acumulados y caminar más ligeros por la
vida.
—¿Por qué lo moviliza el amor más que cualquier otra temática al
componer?
—El amor ha sido mi forma esencial de expresión dentro y fuera de mi profesión, y
ese es el principal motivo por el que me moviliza mucho más esa temática a la hora de escribir una
canción.
—¿En qué se parece y en qué se diferencia éste Miguel Angel Solís a
aquel intérprete que se lucía en Los Bukis?
—De aquel intérprete de Los Bukis al Marco Antonio Solís de hoy sólo
existe la diferencia de la madurez humana y artística, pero es exactamente la misma esencia.
—¿Qué temas no puede dejar de cantar en cada concierto que ofrece en
distintos escenarios por el mundo?
—Las canciones que no puedo dejar de cantar son: “Tu
cárcel”, “Dónde estará mi primavera”, “Si no te hubieras ido” y
“La venia bendita”. Son los temas infaltables en cada lugar, aunque desde ya que a
veces pueden surgir otras canciones.
—¿Qué lo seduce del público argentino?
—El público argentino es muy atento a los detalles, es muy romántico
y receptivo a las manifestaciones de la energía suprema que se internan sin darnos cuenta en cada
uno de nosotros: el amor.