Newell's es como esos boxeadores que le hacen honor a la paciencia. Hoy está en boca de todos Sergio Martínez, que logró el título frente a Julio César Chávez Junior haciendo gala de esta cualidad, precisamente lo que el equipo del Tata Martino realiza en la cancha. Maravilla, días atrás, golpeó lentamente hasta desgastar a su rival y aprovechó los momentos para dañarlo. Así juega este Ñuls sensación del torneo. Y, otra vez, quedó bien reflejado el domingo en el Brigadier López. Sin dudas que la pasó mal en los primeros minutos del round inicial, pero cuando metió una mano fue efectivo. Hizo poner de rodillas a un Colón que había insinuado guapeza, pero el golpe letal de Scocco debilitó la estantería sabalera. Después lo trabajó con enorme serenidad, temple. Y cuando Colón pretendió cambiar el destino de la pelea sacó otra mano mortal para derribar por segunda vez a su contrincante. Claro que el equipo de Boquita Sensini pretendió dañar y conseguir un acto heroico. Con pocas ideas y a los manotazos. El golpe de Mugni lo animó y le dio coraje, aunque no fue suficiente ni le alcanzó para cambiar el rumbo de la contienda. Newell's supo aguantar con entereza esos golpes lanzados ciegamente, quedó parado con entereza y se quedó con una pelea intensa. Para alcanzar la punta, ser el gran candidato e ir en busca del título. Se dice que soñar no cuesta nada, aunque hay cualidades que alimentan esta ilusión.