La presidenta Cristina Fernández volvió ayer a cuestionar al gobierno británico por su negativa a dialogar sobre las Islas Malvinas y reivindicó la actitud de la embajadora en Londres, Alicia Castro, quien reclamó en público al canciller inglés, Williams Hague, que cumpla con las resoluciones de las Naciones Unidas en tal sentido.
"En cualquier parte del mundo es insostenible la negativa al diálogo", advirtió, y se preguntó: "¿Cómo alguien puede decirse demócrata y decir de eso no hablo?".
La jefa del Estado hizo estas afirmaciones durante la inauguración del Patio Malvinas Argentinas en la Casa de Gobierno, en el día en que se conmemoró el 30 aniversario del hundimiento del Crucero General Belgrano por parte de un submarino británico.
Frente a un auditorio donde había sobrevivientes de ese ataque, que calificó como "un crimen de guerra", la mandataria insistió que "no vamos a bajar la voz y no nos vamos a callar en ninguna parte del mundo, es sólo la fuerza de la palabra y yo creo que la de la razón y de la justicia frente a la de la guerra y la de las armas".
La presidenta dijo que "hay que reivindicar la actitud de la embajadora" que actuó "en el marco del derecho" porque "fue invitada a un acto donde se podía participar y preguntar", explicó.
En este sentido, admitió como "lógica" la molestia del canciller ingles, pero confesó que "no me pareció lógico que se hayan molestado algunos argentinos".
En medio de la polémica desatada por el planteo de Alicia Castro a Hague, y en el marco de la escalada entre Buenos Aires y Londres por la soberanía argentina sobre las Malvinas, fuentes del Foreign Office afirmaron que "no hay cambios en la posición del Reino Unido".
"Hay muchos asuntos sobre los que podemos y deberíamos hablar (con la Argentina), como se supo hacer", dijeron, "pero sólo negociaremos la cuestión de la soberanía de las Islas Falklands (Malvinas) si los isleños así nos lo piden".
En este sentido, aclararon que los kelpers "han dejado absolutamente en claro que no. No es un tema bilateral a negociar entre el Reino Unido y la Argentina: los isleños están primero".
Destructor. En otra parte de su discurso, la presidenta salió al cruce de las manifestaciones del comandante del destructor que Londres envió al archipiélago "que se vanagloriaba porque así estaban resguardadas las islas de posibles ataques".
Cristina Fernández calificó esas palabras de "patéticas y ridículas" porque "somos y seremos un país de paz", dijo.
Por su parte, desde Londres, Alicia Castro justificó su actitud frente al canciller inglés al explicar que "hice dos preguntas, y fueron completamente pertinentes"
"De ningún modo hice una intervención interrumpiéndolo, fue una intervención pertinente, levanté la mano, me dio la palabra, a pesar suyo creo porque fui la última y estaba sentada justo frente a él, y en ese momento fue que intervine",
Con respecto a la política del Reino Unido por Malvinas, la embajadora señaló que "está del lado de la irracionalidad y la ilegalidad".