La ciudad de Madrid seguirá semiparalizada por una huelga “salvaje” de su servicio
de subterráneos, que entró ayer en su cuarto día. Los sindicatos acordaron retomar los servicios
mínimos, luego de que esa quita causara un generalizado repudio y amenazas de sanciones por parte
de las autoridades. La huelga responde a un recorte salarial dispuesto por las autoridades de
Madrid, en manos de los conservadores del Partido Popular. La medida, sin embargo, es parte del
plan general de ajuste implementado por el gobierno central del socialista José Luis Rodríguez
Zapatero, como respuesta a la crisis que atraviesa España.
Ayer la dirección de la empresa Metro de Madrid y los sindicatos
convocantes de la huelga iniciada el lunes no llegaron a un acuerdo. En la reunión, la empresa
pidió explicaciones sobre el incumplimiento de los servicios mínimos los días 29 y 30 de junio,
actitud que dejó sin transporte a más de dos millones de usuarios. El portavoz del sindicato,
Teodoro Piñuelas, opinó que la reunión fue “simplemente, una puesta en escena” con la
intención de “enfrentar a unos trabajadores con otros y una estrategia para dilatar” el
conflicto. Para algunos observadores, la medida de fuerza se está volviendo un bumerán para los
gremios, ya debilitados por una fallida huelga del sector público el mes pasado. Hoy seguirá la
huelga, aunque con servicios mínimos, mientras que durante el fin de semana no habrá medida de
fuerza, ni tampoco el lunes.
En tanto, Esperanza Aguirre, presidenta de la comunidad (región) de
Madrid, denunció el carácter político de la medida de fuerza. Es que, explicó, otras comunidades
también han rebajado un 5% el sueldo de los empleados públicos, en cumplimiento de un decreto ley
del gobierno central. Pero mientras en esas regiones no hubo ninguna repercusión, Madrid padece
esta “huelga salvaje”, apuntó la dirigente. Para la presidenta regional, todo obedece a
una maniobra con vistas a las elecciones regionales de 2011. En una reunión de la directiva de su
partido, Aguirre recordó una frase de Rodríguez Zapatero: “Hay que ganar Madrid como
sea”. “El gobierno socialista baja el sueldo 5% a los empleados públicos y eso se
traduce en huelga sólo en Madrid”, se quejó Aguirre, tras subrayar que “en Cataluña
también se ha aplicado ese decreto-ley a los empleados de las empresas públicas y no ha habido
ninguna huelga ni nada parecido a lo de Madrid”.
Pero es evidente que el conflicto va más allá de la lucha política entre
socialistas y conservadores populares, y refleja la crisis económica que atraviesa España y las
exigencias de implementar ajustes en un aparato público que ha crecido a desmesura en los últimos
años.