El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, lloró durante una entrevista concedida a un canal televisivo local, al hacer referencia al inminente final de su segundo mandato, el 31 de diciembre próximo. El mandatario confesó que todavía no sabe qué hará después de abandonar la presidencia. "Me quedaré mirando a (la primera dama) Marisa, y ella se quedará mirándome: «¿Y ahora, Lulita?», dijo el presidente, quien trató de justificar sus lágrimas en base a su edad: "Creo que me estoy poniendo viejo", expresó. Lula aseguró que no tiene planes de presentarse en los comicios de 2014, pero dejó en claro al mismo tiempo que no descarta totalmente esa posibilidad: "En política uno nunca puede decir no", afirmó.