Los líderes de los socialdemócratas de Alemania (SPD) dieron luz verde a negociaciones para formar una coalición con la canciller Angela Merkel y sus democristianos. Es la opción preferida de los alemanes, según todas las encuestas. Sin embargo, demandarán para sellar la "gran coalición", varias condiciones, como un mayor salario mínimo. Las negociaciones entre Merkel y el SPD para formar el nuevo gobierno podrían comenzar este miércoles, un mes después de las elecciones en la que los democristianos aplastaron a sus contrincantes socialdemócratas por un claro 41,5 por ciento a 25,7 por ciento, pero quedaron ante la necesidad de buscarse un socio por el desplome electoral de su actual aliado, el Partido Liberal.
El precio. La disposición del SPD a formar parte del gobierno tendrá un precio. El partido dio una lista de demandas que denominó "innegociables", como un salario mínimo de 8,5 euros por hora, sueldos igualitarios para hombres y mujeres, una mayor inversión en infraestructura y educación, y una estrategia común para impulsar el crecimiento y el empleo en la zona euro. De los 229 votos depositados por los delegados del SPD, 31 rechazaron la negociación y dos se abstuvieron, anunció el presidente del partido, Sigmar Gabriel. "Queremos formar un gobierno para Navidad. Debería ser suficiente tiempo", agregó. Estos tiempos prolongados son normales en la política alemana cuando de formar coaliciones de gobierno se trata. Entre tanto, seguirá en pie el Ejecutivo de Merkel con su actual composición de democristianos y liberales. Estos quedaron fuera del Parlamento al no superar el umbral de ingreso en las últimas elecciones. El 23 de septiembre pasado la CDU junto a sus aliados bávaros de la Unión Social Cristiana (CSU) obtuvieron el 41,5 por ciento de los votos, casi ocho puntos más que en 2009 y alcanzando el mejor resultado desde la reunificación alemana en 1990. Merkel fue ratificada en su rol de "dueña" de la escena política alemana, mientras que el candidato socialdemócrata, Peer Steimbruck, fue prácticamente forzado a la jubilación política. Los socialdemócratas (SPD) ese día salieron segundos, pero apenas con un 25,7 por ciento de los votos, a 16 por ciento de los democristianos de Merkel. El jefe partidario del SPD, Sigmar Gabriel, no posee por ahora gran peso electoral, cosa que tal vez logre si es nombrado ministro de Merkel.
El SPD también pedirá jubilaciones igualitarias para los jubilados del este y oeste de Alemania y la posibilidad de la doble nacionalidad. El SPD era considerado el socio más probable de Merkel desde el principio, pese a que una parte del partido deseaba evitar que se repita la "gran coalición" de 2005-2009. Es que los socialdemócratas sufrieron su peor resultado electoral desde la Segunda Guerra Mundial después de ese gobierno de coalición en 2009, por lo que hay muchos reacios entre sus filas a repetir el pacto. Claro que el voto de los delegados de ayer no dejó lugar a dudas sobre la voluntad del partido es formar gobierno: casi 200 delegados votaron a favor, contra sólo 31 en contra. Formar gobierno es un arma de doble filo: si se logran buenos resultados, los ministros del SPD quedarán bien posicionados para una futura competencia electoral. Por otro lado, si el partido se hubiera negado a formar gobierno con la CDU la opinión pública seguramente hubiera reprochado a los socialdemócratas por su intransigencia. Existe un extendido apoyo en Alemania a la "gran coalición".
Todos de acuerdo. Los medios señalan desde hace semanas que tanto los votantes alemanes como los inversores internacionales y los aliados europeos en general esperan que se forme una "gran coalición", y pocos prevén que el acuerdo altere significativamente la agenda política local y exterior de Merkel.
Las conversaciones de la canciller con el partido ecologista Los Verdes fracasaron la semana pasada, lo que reforzaría la posición negociadora del SPD. La "gran coalición" tendría una mayoría abrumadora en el Bundestag, la Cámara baja del Parlamento, y se le haría más fácil aprobar legislaciones en el Bundesrat, la Cámara alta donde los gobiernos de los 16 Estados federales alemanes están representados. El SPD pedirá una aprobación definitiva de cualquier acuerdo mediante una votación entre sus 472.00 afiliados.