Los separatistas fieles a Moscú destacaron que, tras las elecciones del domingo en el este de Ucrania, la división del país ya "está completada", y es irreversible. Esas elecciones, sin embargo, no fueron reconocidas por las autoridades ucranianas.
Los separatistas fieles a Moscú destacaron que, tras las elecciones del domingo en el este de Ucrania, la división del país ya "está completada", y es irreversible. Esas elecciones, sin embargo, no fueron reconocidas por las autoridades ucranianas.
"Tenemos ahora una cúpula legítima. La región del Donbás (el extremo este de Ucrania) ya no pertenece a Ucrania, guste o no guste", afirmó el director de la autoridad electoral informal Roman Liagin, en Donetsk, la "capital" de la zona rebelde prorrusa. Los líderes separatistas de las regiones de Donetsk y Lugansk se erigieron como claros ganadores de las controvertidas elecciones del domingo, confirmaron las autoridades electorales tras el recuento de las boletas. El líder de la denominada "república popular de Donetsk", Alexander Sajarchenko, se impuso con el 75,63 por ciento de los votos a sus dos adversarios, mientras el de Lugansk, Igor Plótnitski, superó a los otros tres candidatos con el 63,8 por ciento de apoyos, informaron las autoridades electorales. Plótnitski anunció de inmediato una estrecha colaboración con Rusia. "No extenderemos rogando nuestra mano hacia Kiev, sino que cooperaremos dignamente con Moscú", dijo en Lugansk. Añadió que "antes o después", Occidente reconocerá la "heroica elección" de la población. Para los ucranianos no separatistas, Plótnitski y Sajarchenko sólo serán marionetas en manos de Moscú, que armó y proveyó de municiones a las fuerzas separatistas desde el estallido del conflicto en marzo pasado.
La toma de posesión de los líderes de las "repúblicas populares" está prevista para hoy. Ya durante la noche del domingo y antes de que finalizara el recuento de votos ambos líderes fueron declarados vencedores.
Rechazo oficial. El gobierno de Ucrania en Kiev ya había asegurado, al igual que la Unión Europea (UE) y Estados Unidos, que no reconocería los resultados por considerar que la convocatoria va en contra de la Constitución ucraniana. Por el contrario, Rusia sí reconoció los comicios, que favorecen a figuras prorrusas. El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, describió las elecciones como una "farsa". También el gobierno alemán calificó de "ilegítimas" las controvertidas elecciones y aclaró que no reconoce la votación.
Los comicios en Donetsk y Lugansk son "una violación de la Constitución ucraniana" y contrarios a los acuerdos alcanzados a principios de septiembre en Minsk entre Kiev, los rebeldes, Rusia y Europa para superar la crisis, recordó el portavoz del gobierno en Berlín, Steffen Seibert. Esos protocolos establecen que toda elección en territorio ucraniano debe hacerse bajo la ley electoral ucraniana. El portavoz alemán consideró además "altamente dudoso" el desarrollo de la votación del domingo, y cuestionó que Moscú no frenara las elecciones: "Es incomprensible que haya funcionarios rusos que respetan o reconocen estas elecciones", comentó el funcionario de Berlín.
Rusia, como se dijo, reconoció el resultado de las elecciones, en las que también se votaron parlamentarios, y pidió a Kiev que negocie de forma inmediata con los separatistas. El gobierno ucraniano debe finalizar su campaña militar "antiterrorista" e iniciar un diálogo en igualdad de condiciones con los líderes de las autoproclamadas "repúblicas populares" de Donetsk y Lugansk, dijo a la agencia estatal Tass el viceministro de Exteriores ruso, Grigori Karassin. Según este político ruso, las elecciones otorgan a los representantes de las convulsas zonas el mandato para negociaciones más amplias con el gobierno de Kiev. El viceministro advirtió además que Estados Unidos y la Unión Europea cometerían un gran error si responden a la postura de Rusia con más sanciones. "Rusia ha recibido desde hace meses sanciones occidentales por la crisis de Ucrania. Pero esas sanciones no han conseguido nada, salvo unir aun más a la sociedad rusa. Las sanciones son absolutamente contraproducentes en casos de conflicto", apuntó Karassin. Sin embargo, los analistas internacionales y los economistas señalan otra cosa: las sanciones han golpeado duramente a una economía ya sacudida, como la rusa. Y Vladimir Putin ha debido poner freno a su apoyo abierto a los secesionistas ucranianos. De hecho, ahora evitó toda manifestación pública a favor de sus protegidos en el Donbás.
Se estima que más de 4.000 personas murieron desde abril en los fuertes combates entre las tropas del gobierno ucraniano y los separatistas prorrusos, dotados de armas pesadas tomadas a los ucranianos o provistas por Moscú. A pesar del alto el fuego vigente, siguen registrándose enfrentamientos, incluso con armas pesadas.