El estado gripal (disimulado con estoicismo) que lo obligó a leer durante 1 hora y 40 minutos casi sin matiz alguno y el dramatismo del tono de la introducción del discurso del gobernador, Antonio Bonfatti, ayer para inaugurar el 132º período de sesiones ordinarias en la Legislatura contribuyeron a volver más densa la atmósfera en el recinto de sesiones de la Cámara de Diputados, ya afectada por incidentes en el exterior del edificio (ver aparte). "La violencia comienza paulatinamente a demoler los espacios de la convivencia", advirtió con drástica inflexión ante diputados, senadores y demás invitados.
Luego de explicar que fue a "rendir a cuentas de los próximos pasos" del gobierno y recordar que su discurso y el informe de gestión (el detalle de cada acción de gobierno en el 2013) están disponibles en la página web del gobierno "a fin de garantizar el acceso libre y democrático a la información pública por parte de toda la ciudadanía", el gobernador dejó en claro de entrada que la misma cuestión que generaba las protestas de vecinos afuera condicionaba sus palabras en el recinto: "Como sociedad nos encontramos frente a un desafío complejo, vinculado a la posibilidad misma de vivir juntos", sostuvo en alusión a la violencia y la inseguridad reinantes.
"La convivencia, la inclusión, la integración y el desarrollo son la forma a partir de la cual traducimos nuestro concepto de vida y trabajamos por ella", definió el mandatario, y citó ejemplos particulares de convivencias en distintos lugares del territorio antes de sentenciar que "los santafesinos tenemos que unirnos en defensa de la vida y de la paz".
El auditorio. "Convivencia" fue la palabra que más repitió ayer Bonfatti ante un auditorio desde el que también lo escucharon los diputados nacionales Oscar Martínez, Mario Barletta, Antonio Riestra, Omar Barchetta, Omar Perotti, Gisela Scaglia y Pablo Javkin; el senador nacional Rubén Giustiniani; el presidente de la Corte Suprema, Rafael Gutiérrez, los intendentes de Rosario y Santa Fe, Mónica Fein y José Corral, y el arzobispo de Santa Fe y presidente de la Conferencia Episcopal, José María Arancedo.
Pocos párrafos después abordaría un tema conexo a la violencia urbana: "Como en muchos países del mundo, en Argentina queda claro que la amenaza del narcotráfico es uno de los principales riesgos a la seguridad democrática. Los informes anuales correspondientes a 2013 elevados a la Procuraduría General de la Nación por 30 fiscalías federales de todo el país ponen de manifiesto el crecimiento del narcotráfico en Argentina, verificado en el continuo incremento en la circulación de estupefacientes, en el mayor movimiento de las bandas narco —que comienzan a competir de manera violenta por los territorios—, en la capacidad de estas bandas para operar en varias provincias simultáneamente, y en el acercamiento a las mismas de organizaciones dedicadas a otros delitos en franco retroceso", resaltó.
"Uno de los datos más alarmantes y novedosos que revelan los fiscales en estos informes es la presencia creciente de organizaciones criminales en todas las jurisdicciones del país, con independencia de su cercanía o no con las fronteras nacionales", alertó, y describió: "Sin fronteras con otros países pero atravesada estratégicamente por 11 rutas nacionales a lo largo y ancho de una superficie de 132.694 kilómetros cuadrados; con una hidrovía que abarca 849 kilómetros, y 23 terminales portuarias enclavadas en ella, la provincia de Santa Fe presenta condiciones geográficas particulares que resultan particularmente atractivas para el accionar de las organizaciones delictivas de esta índole".
Más adelante indicó que "conscientes de ello, desde la creación del Ministerio de Seguridad hasta los últimos operativos articulados con las fuerzas nacionales, gran parte de nuestros esfuerzos se han dirigido a enfrentar la presencia del narcotráfico en territorio santafesino. Tenemos para ello —prosiguió— un punto de partida que nos permite avanzar sobre tierra firme: Santa Fe no oculta sus números; contamos con estadísticas confiables y hacemos pública esa información a través del Ipec. Tenemos también nuevos espacios institucionales en el marco del Poder Ejecutivo desde los cuales nos fortalecemos en nuestra labor".
El gobernador enumeró luego las realizaciones en cada área de gobierno. Obras, acciones, proyectos que se vieron subsumidos al eje que diera ilación al discurso: "Las organizaciones criminales son una amenaza al Estado, al mercado y la sociedad. Es el Estado el que está en riesgo cuando alguna organización o grupo pretende disputarle el monopolio del uso de la fuerza". Aseguró entonces que "el diálogo y la búsqueda de articulación entre los tres niveles del Estado es para nosotros un objetivo central. Los santafesinos tienen que saber que su gobierno está luchando con todas sus fuerzas contra las organizaciones violentas".