Con la intención de fomentar nuevos hábitos de conducta y de apuntalar el compromiso y la conciencia ambiental de la ciudad, la Municipalidad está llevando adelante iniciativas para promover la separación de residuos en edificios y, de la misma manera, colaborar con las tareas de los recolectores informales. En la última semana se anotaron 15 edificios en el programa Separe, lo que marca un elogiable aumento en las preocupaciones colectivas sobre la higiene urbana.
Desde hace tiempo, las acciones públicas en materia de sustentabilidad apuntan a desarrollar una gestión responsable de los residuos, y se han orientado principalmente a la separación en origen. Un aspecto que puede ser clave en el inicio de la cadena de recolección.
El programa Separe trata de destacar y poner en valor esas importantes premisas para minimizar el impacto de los residuos que se generan en la ciudad, con un criterio integral, abarcativo y sostenible.
"El objetivo es instalar la conducta de separar los residuos reciclables originados en hogares y comercios, preservar el medio ambiente, mejorar las condiciones de la limpieza urbana, reducir el volumen de residuos que llegan a los rellenos sanitarios, y contribuir solidariamente con los trabajos de quienes buscan en el reciclado un medio de vida". Con esa claridad, definió el plan la subsecretaria de Medio Ambiente de la Municipalidad, María Cecilia Mijich.
Estrategias conjuntas. "La intención no es otra que promover la adhesión al programa, atendiendo las necesidades concretas y particulares de cada edificio, y desarrollando estrategias conjuntas de profundización del compromiso con el medio ambiente", se encargó de resaltar la funcionaria.
Los materiales separados en origen por los vecinos que habitan en edificios que se acoplan a este programa, son recolectados y clasificados por emprendimientos de reciclado de residuos que funcionan en la ciudad bajo los principios de la cooperación y la economía solidaria.
Según las recomendaciones oficiales (ver infografía), se pueden separar y recuperar papeles de diarios, revistas, guías telefónicas, cuadernos o sobres, ya sean blancos o de color. También cartones, cajas o tetrabriks. Asimismo envases y botellas plásticas de gaseosas, aguas, sodas, productos de limpieza o productos de tocador. Envases y botellas metálicas como latas de conservas o aerosoles. Botellas y envases de vidrio. Envases de telgopor, bandejas o vasos.
Asimismo, en las indicaciones se hace hincapié en que todos los materiales que se desechan a los contenedores deben estar limpios y secos, para que esté aptos para su posterior recolección.
En tanto, se destaca que no deben depositarse en el contenedor naranja: papeles descartables (rollos de cocina, pañuelos, servilletas); envoltorios brillantes (golosinas); papel plastificado o fotográfico o papel carbónico.
Más edificios. Respondiendo a la nueva convocatoria, durante esta semana se sumaron 15 edificios más a los 7 consorcios que ya eran centros de recepción el año pasado.
Si un edificio pretende unirse al programa Separe, tiene que coordinar con el organismo de control la modalidad de disposición de residuos más adecuada para sus características físicas. Luego, a través de charlas explicativas en alguna reunión de consorcio, o con una breve visita a cada hogar, se realiza una rápida capacitación y se entrega material informativo para que todos los vecinos pueden saldar sus dudas.
Para las distintas realidades edilicias y organizativas, hay estrategias diferentes:
a) Si el edificio tiene un encargado que realiza la tarea de retirar los residuos:
Se plantea en el consorcio la adhesión del edificio al Separe. Se acuerda con el encargado la modalidad de colocar los residuos reciclables. Los encargados disponen los residuos reciclables separados por los vecinos en la isla de separación más cercana o en un contenedor naranja que se coloca en el edifico para tal fin.
b) Si el edificio tiene un encargado, pero no realiza la tarea de retirar los residuos; o si no tiene encargado:
Se plantea en el consorcio la adhesión del edificio al programa Separe. Se evalúa la posibilidad de colocar un contenedor naranja en el edificio u otra modalidad de acopio. Si optan por colocar un contenedor naranja, los vecinos colocan allí los materiales reciclables, y el encargado colabora atendiendo al recolector los días que se acuerde.
Vale destacar que para aquellos edificios que deciden colocar un contenedor naranja, el contenedor es de plástico, de 1 metro cúbico y cuenta con ruedas para facilitar la descarga. Se debe colocar en algún lugar accesible para los vecinos, y también accesible desde la vía pública para su rápida descarga. Los patios y las cocheras suelen ser buenos espacios.
El contenedor se entrega en condición de comodato y la recolección es al menos una vez por semana y gratuita.