Trípoli.- Los rebeldes libios tomaron ayer el control del cuartel general de Muammar Kaddafi en Trípoli tras una feroz batalla con las fuerzas leales al gobierno, pero el paradero del líder, quien prometió pelear "hasta el final", seguía siendo un misterio. Anoche, en un mensaje desde una radio local, Kaddafi afirmó que huyó del complejo Bab Al Aziziya debido a un "movimiento táctico", como respuesta al ataque aéreo de la Otán en la noche del lunes. El dictador dijo que la agresión de la Otán que destruyó su cuartel general terminará con la "victoria o la muerte".
En tanto varias explosiones se escucharon anoche en Misrata, ciudad controlada por los rebeldes, debido a misiles lanzados por fuerzas aún leales al líder libio.
Las imágenes de televisión mostraron en Trípoli a rebeldes que danzaban en torno a una escultura con un puño gigante que oprime un avión de guerra estadounidense. Aquí, en este monumento en recuerdo de los ataques aéreos de EEUU contra Libia en 1986, Kaddafi arengó a sus seguidores al inicio de los combates contra su régimen.
Periodistas vieron a los insurgentes ingresar al complejo de Bab Al Aziziya y reportaron que los rebeldes saquearon los arsenales y estaban disparando al aire en señal de celebración tras horas de enfrentamientos.
"¡Somos libres!". Las fuerzas leales a Kaddafi inicialmente intentaron defender el complejo, pero la resistencia cesó más tarde, destacaron los reporteros. Algunos rebeldes atacaron una estatua del líder libio, mientras que cientos de insurgentes recorrían el lugar y tomaban armas y vehículos. "¡Libia es libre! Kaddafi está acabado. Somos todos libres ahora", gritaban los rebeldes.
En tanto, el presidente de la federación rusa de ajedrez, Kirsan Ilyumzhinov, dijo que habló por teléfono con Kaddafi y destacó que el líder le comentó que está en Trípoli, en buen estado, y que no planea abandonar la ciudad.
Ilyumzhinov, quien visitó Libia durante los bombardeos de la Otán y se reunió con el veterano líder, destacó que Mohamed, el hijo del coronel, lo llamó por teléfono. "Le dio el teléfono a su padre, y éste dijo que está en Trípoli, vivo y saludable y que está decidido a pelear hasta el final", agregó Ilyumzhinov.
Las potencias occidentales, que han respaldado a los insurgentes, dijeron que no había información del paradero del líder de 69 años, pero lo instaron a rendirse tras seis meses de guerra civil en el país productor de petróleo.
"Final inevitable". El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, tras hablar con su par estadounidense Barack Obama, dijo que el final del régimen de Kaddafi era "inevitable y cercano". La Otán, que declinó confirmar los reportes de que su fuerza aérea bombardeó el complejo de Kaddafi para ayudar a los rebeldes, afirmó que desconocía el paradero del líder pero que esto no era una gran preocupación.
En Washington, un portavoz del Pentágono dijo que creía que Kaddafi seguía en Libia y que sus fuerzas seguían siendo una amenaza. El coronel Dave Lapan añadió que, aunque la capacidad de comando de las fuerzas de Kaddafi había disminuido, se mantenía peligrosa.
Los líderes occidentales están ansiosos por un rápido final de los enfrentamientos. Las tensiones entre los insurgentes son una preocupación para quienes esperan una transición sin complicaciones y la reanudación de las exportaciones de crudo.
"Esperemos que esto se acabe pronto", dijo Omar, un ingeniero desempleado cerca del complejo de Kaddafi. "Temo que la violencia se mantenga hasta que Kaddafi y su familia dejen el país", agregó.
Hay preocupaciones crecientes por los civiles en la ciudad, tras días de enfrentamientos en los que los funcionarios sugirieron que cientos de combatientes habían resultado heridos o estaban muertos.
Chávez no. Mientras cada vez más países reconocen a los rebeldes del Consejo Nacional de Transición como el gobierno legítimo de Libia, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, afirmó ayer que solamente reconocerá al gobierno de Kaddafi y a ningún otro.
Chávez condenó las acciones militares que está ejecutando la Otán en Libia, y expresó su solidaridad con el pueblo libio y el líder africano. "Sin duda que estamos frente a la locura imperial", afirmó. En ese mismo sentido, uno de los principales asesores del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, dijo ayer que el gobierno de su país tendría que "considerar positivamente" una eventual solicitud de asilo de Kaddafi. Según afirmó Bayardo Arce, "si alguien nos pidiera asilo tendríamos que considerarlo, porque este pueblo recibió asilo de muchos países cuando nos asesinaba la dictadura somocista".
Argentina
El embajador libio en Buenos Aires, Abdulgader Elkhair, reconoció ayer al Consejo Nacional de Transición como la legítima autoridad de su país. El diplomático agregó que la embajada retiró la bandera verde del Estado fundado por Kaddafi en 1969 y la cambió por la verde, negra y roja, que actualmente identifica a los rebeldes.