Se podía percibir. Los indicios lo dejaban cada vez más expuesto. "Los Pumas están cerca de la victoria", había augurado días atrás el propio DT de los All Blacks percibiendo que el seleccionado argentino estaba cerca de conseguir un triunfo tan necesario para premiar tanto esfuerzo. Y por fin se rompió el maleficio. Los Pumas lograron ganarle a Los Pumas, a su propia historia de adversidad, y decirle un hasta luego a las derrotas dignas. Muchas veces se estuvo cerca, muy cerca, pero siempre hay una primera vez y para Los Pumas fue el sábado, en Mendoza, ante los Wallabies.
"Que sea el comienzo de algo importante", dijo ni bien terminado el partido el capitán albiceleste Agustín Creevy confirmando en cierta medida que los frutos del proceso iniciado por la UAR en 2009 con el Plan de Alto Rendimiento empezaban a dar frutos.
Para llegar a este momento el trabajo fue arduo, intenso, duro y con muchos sinsabores, lo que hace que ahora los frutos sean tan dulces como el almíbar. Pero a no empalagarse. Fue un triunfo que renovó energías para encarar la gira de noviembre por Escocia, Italia y Francia con otra perspectiva, pero fundamentalmente para enfocarse mejor y llegar de la mejor manera a la gran cita del 2015 que es la Copa del Mundo. El camino a recorrer es largo.
Vencer a una potencia como lo son los Wallabies no sólo reconforta, sino que también obliga, más allá de que esta victoria se veía venir. Fue amasada con paciencia y con inteligencia por un plantel grande con responsabilidades y posibilidades para todos. Si no cómo puede explicarse que la tercera línea completa presuntamente titular no jugó el sábado y que quienes lo hicieron lograron que ni se los extrañara un ratito.
Después del cimbronazo inicial, cuando tomó el mando una semana antes de la gira de noviembre de 2013, Daniel Hourcade y todo su staff lograron armar un grupo con todo lo que ello significa. El tucumano, que nunca jugó en el seleccionado, fue resistido en el comienzo por algunos, pero él (y su entorno) con mucho esfuerzo, dedicación y trabajo, llevó a estos Pumas a pelear de igual a igual con los Dreams Teams del hemisferio sur.
Es que, en cuanto al juego, Los Pumas ahora no sólo defienden, se animan a atacar, pero por sobre todas las cosas y más allá de los resultados se le planta a cualquiera que esté enfrente en un verdadero mano a mano. El hecho está en que le marcó tries a todos sus rivales.
Este presente empezó desde abajo, siguiendo la línea que había arrancado Santiago Phelan, aunque cambiando algunos intérpretes. A- postó por quienes conocía cuando entrenaba los equipos para los torneos de desarrollo, como la Vodacom o la Pacific. Así se armó una estructura de jugadores y de juego, algo que se notó en este Rugby Championship, en el que hubo cambio de nombres pero la idea nunca se modificó.
En esta tercera edición aparecieron jugadores como Lavanini, Noguera Paz, Alemano o el mismísimo centro de Duendes, Jerónimo de la Fuente, quienes mostraron estar a la altura de las circunstancias. Sólo había que darles confianza, porque preparados estaban.
Los Pumas le ganaron a Australia, pero el valor del resultado radica no en los números en sí, sino en su efecto. Argentina necesitaba un triunfo así para seguir creyendo y confirmar que transitaba por el camino correcto. Ahora, Los Pumas tienen que ir por más porque, claro está, poder ,pueden.