Un arranque furibundo de los Springboks fue la gran diferencia ante Los Pumas en un auspicioso debut en el Rugby Championship 2014. Argentina jugó bien y estuvo cerca de Sudáfrica, que finalmente hizo valer su mayor experiencia para lograr el triunfo. Los sudafricanos ganaron por un apretado 13-6 en el Loftus Versfeld y, con el empate entre los Wallabies y los All Blacks (ver aparte), quedaron como líderes. A pesar de su notable actuación, sigue sin conocer la victoria en el torneo. No obstante, en esta ocasión, el equipo de Hourcade, Pérez y companía logró imponer como visitante (por primera vez desde 2012) la misma presión que cuando Argentina recibió a los Boks en nuestro país y, de esta manera, dejó una imagen muy diferente con respecto a la goleada sufrida, en Soweto, hace un año.
Tras una semana donde el sol se hizo protagonista en cada jornada, a pocos minutos del comienzo del partido, una cortina de agua decoró el escenario desde el pitazo inicial y, probablemente, cambió algunos planes de los equipos.
Las lluvias torrenciales, que marcaron el partido durante la primera mitad, parecieron favorecer a los argentinos ante un equipo local que tras el try inicial de Ruan Pienaar al comienzo del partido, bajó el nivel. Sudáfrica aprovechó el trabajo de sus wines para provocar un dos contra uno y señalar el try que definió el duelo. Durante el resto del partido, Los Pumas no pudieron recuperarse de este golpe a pesar de su trabajo ofensivo.
Luego llegó la conversión de Handre Pollard (7-0) y a partir de entonces el partido fue parejo, con parcial de 10-3 al descanso, tras los penales de Nicolás Sánchez y Pollard para los locales.
Una falta de Argentina dio la oportunidad a Morné Steyn para dar una ventaja de siete puntos a los Springboks (13-6), que a la postre fue definitiva.
Los primeros 40' se fueron con Sudáfrica en ventaja por 10-3, más allá de que Argentina se plantó con personalidad y realizó una buena tarea en la primera parte. Fue un equipo compacto, con algunos desajustes en el reposicionamiento defensivo, pero que exhibió un buen trabajo de los forwards, firmes y correctos en el scrum y el line, más la actitud ofensiva a la hora de lastimar al rival.
Argentina no se conformó y lo fue a buscar. Los Pumas pudieron cumplir con parte de lo planeado, no tuvieron temores, se animaron, y buscaron revertir el marcador de la forma que fuera posible. La clave era frenar al pack sudafricano y los forwards argentinos lograron el cometido, durante gran parte del juego y sobre el final ejercieron una presión asfixiante. Y lo tuvieron ahí, pero perdieron sus oportunidades al fallar a un metro de la línea de try y en el último suspiro una contra del centro rosarino Jerónimo de la Fuente, que se escapó por poco.
Por detalles, su esfuerzo fue en vano. Aun así el primer paso en el torneo dejó un balance positivo, se ganó más de lo que se perdió, eso está claro. Ahora deberán ratificarlo.