Los municipales de Carcarañá que desde hace varias semanas encabezan protestas y paros intermitentes especialmente en el área de Maestranza esperan para hoy, a las 7, reunirse con miembros del Ejecutivo municipal para discutir una lista de reclamos que ya fue evaluada la semana pasada en un encuentro en el que participaron autoridades nacionales de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE). Sin embargo, el intendente Ramón Soques adelantó a La Capital que "no va a haber ninguna reunión", sino que "se les va a pasar algo por escrito". Y advirtió, desde ya, que "de ninguna manera el municipio puede responder a todo lo que están pretendiendo".
En ese sentido, el mandatario fundamentó la negativa principalmente en la emergencia económica y financiera municipal declarada a nivel local desde que asumió esta gestión, hace un año y medio, "porque nos encontramos con un desfasaje de 17 millones de pesos que aún estamos afrontando. Se sabe el estado (deplorable) de las maquinarias de Maestranza, que por cierto la estamos levantando de cero". Al respecto, Soques manifestó su malestar porque los trabajadores en disconformidad "no reconocen lo que se está haciendo".
"Estamos gestionando soluciones dentro de las posibilidades con la provincia, pero la situación económica del municipio es muy compleja y la estamos regularizando de a poco". Casi como una expresión de deseo, el intendente estimó que "a fin de año es posible que se levante la emergencia económica, una vez que terminemos de pagar las deudas que se mantienen con instituciones y proveedores".
Por otra parte, el jefe municipal indicó que el pedido de los trabajadores de Maestranza "no se lo podemos aprobar y debemos ser muy prudentes con esto porque, según nos indican desde la propia Secretaría de Regiones, Municipios y Comunas, ATE no tiene representación gremial en la provincia de Santa Fe, porque no cuenta con la legitimidad (personería jurídica) que tiene Festram. En definitiva, el Ejecutivo está en medio de una interna gremial", consideró Soques.
Reclamos. En términos generales, los municipales nucleados en ATE demandan mejores condiciones laborales, especialmente en cuanto al estado del parque automotor, cuyo deterioro es tal, que el Ejecutivo recurre al alquiler de maquinarias para prestar los servicios esenciales. Esta es una de las políticas que cuestiona el grupo de trabajadores, que razonan que "si tiene dinero para rentar maquinarias, entonces tiene para pagar a sus empleados".
Además, exigen un aumento del 26 por ciento en los haberes de los obreros precarizados (en negro), tal como se aplicó con los de planta permanente. De esta manera, pasarían a cobrar la hora de 18 a 23 pesos, aunque "continuaríamos percibiendo un haber por debajo de la línea de pobreza, porque se subiría sólo a 2.800 pesos", explicó Osvaldo Delle Ore, delegado del personal irregular de Maestranza.
Asimismo, piden el pase a planta permanente de tres trabajadores, los más antiguos en situación precaria. Delle Ore explicó que durante la anterior gestión del intendente Mauro De Cándido y con el aval del Concejo, se firmó un acuerdo en el Ministerio de Trabajo por el cual el Ejecutivo se comprometió a regularizar a un total de 50 empleados, aunque hasta el momento sólo se cumplió con tres.
Finalmente, los municipales afiliados a ATE solicitan que el Ejecutivo establezca un cronograma de regularización de los obreros en negro. "Necesitamos un parámetro, un plan de incorporaciones por año, porque si no quedamos siempre en aguas de borrasca", concluyó Delle Ore, quien consideró que Soques recibe "presión desde el otro gremio (por Festram) y por eso no nos responde".
El último paro de este sector se realizó el martes 13 último y permanecen en estado de alerta. Todo indica que la respuesta del Ejecutivo que los trabajadores esperan para hoy a las 7 no será la esperada.
Sea cual fuere, la repercusión se conocerá seguramente esta misma tarde, cuando los obreros se convoquen en asamblea en el local de ATE en Carcarañá y discutan los pasos a seguir.