La guerra en Irak escaló ayer un paso más, cuando el más alto clérigo shiíta del país llamó a todos los hombres a alistarse en el ejército y defender las ciudades y lugares sagrados de esa rama del islam del avance de las milicias sunitas del Estado Islámico en Irak y Levante (EIIL). Estas han lanzado esta semana una fulgurante ofensiva, apoderándose de la segunda ciudad del país, Mosul, y avanzando hacia el sur, donde están Bagdad y las ciudades de la mayoría shiíta. Irán ha enviado tropas a auxiliar al gobierno iraquí, que está en manos shiítas, mientras Estados Unidos estudia una intervención limitada.
El gran ayatolá Ali Husein Sistani, máxima autoridad de la comunidad shiíta en Irak, pidió a los iraquíes que tomen las armas para frenar la ofensiva de los extremistas del EIIL, que se acercan a Bagdad y han prometido tomar por la fuerza las ciudades sagradas de los shiítas, Kerbala y Nayaf. La televisión estatal mostró a voluntarios enrolándose y subiéndose con entusiasmo a camiones aún vestidos de civil. Reciben un entrenamiento militar sumario, de apenas 24 horas, y luego son enviados a sumarse a las fuerzas regulares. El primer ministro, Nuri al Maliki, intentaba crear un plan de defensa de Bagdad, que ya está rodeada por los rebeldes en tres frentes. "Los ciudadanos que puedan empuñar un arma para combatir a los terroristas y defender su país, su pueblo y los lugares santos, deben presentarse como voluntarios en las fuerzas de seguridad para llevar a cabo ese objetivo sagrado", instó Sistani durante la plegaria del viernes, a través de su representante en la ciudad santa de Kerbala. Es la primera vez que el anciano ayatolá, guía espiritual de la comunidad shiíta de Irak, hace un llamamiento de esta clase, lo que indica la gravedad de la situación. Ni durante la brutal guerra entre sunitas y shiítas bajo la ocupación estadounidense, entre 2006 y 2008, Al Sistani hizo un llamado de esta clase. Esta nueva guerra de religión dentro del islam resurge ante la inesperada eclosión del EIIL, formación que se deriva de Al Qaeda y tiene sus bases en la vecina Siria. Aquí combate al régimen de Bashar Assad, el que tiene a su vez el apoyo de Irán y de los shiítas libaneses e iraquíes.
Miles de iraquíes de Bagdad respondieron de inmediato y fueron subidos a camiones del ejército con destino a las unidades militares. Ayer, los combatientes del EIIL capturaron otras dos ciudades iraquíes en su avance hacia el sur, pero había informes contradictorios. El EIIL, que avanza velozmente en columnas de camionetas, se hizo con el control de Yalula, en el este de Irak, según el canal Al Arabiya. Sin embargo, fuentes locales aseguraron que la ciudad estaba bajo dominio de fuerzas kurdas. El EIIL saltó a los titulares de todo el mundo el martes, cuando tomó la gran ciudad de Mosul, en el norte, la segunda urbe de Irak con 1,6 millones de habitantes. En enero, el EIIL había tomado el control de Faluya, corazón de la provincia de Al Anbar. Esta es, junto con la vecina Nínive, el núcleo sunita que se extiende hasta la frontera con Siria, desde donde los milicianos han traído hombres, armas y vehículos. En Bagdad había ayer enormes medidas de seguridad, con el ejército en las calles. En los comercios la gente hacía fila para comprar provisiones y medicamentos.
El ministro de Exteriores iraquí, Hoshiar Zebari, kurdo, admitió que el colapso de las fuerzas de seguridad ante los insurgentes sunitass recuerda al derrumbe del ejército iraquí en 2003, al inicio de la invasión liderada por Estados Unidos.
Washington, en tanto, mantiene una actitud dubitativa. Por segundo día el presidente Barack Obama hizo declaraciones que dan a entender que EEUU actuará, pero a la vez dejó claro que los iraquíes deben arreglar sus problemas. "Estados Unidos no se involucrará en una acción militar ante la ausencia de un plan político por parte de los iraquíes que nos dé alguna garantía de que están preparados para trabajar juntos", declaró Obama. "Este es un problema regional y a largo plazo. Vamos a tener que combinar acciones selectivas por parte de nuestras fuerzas militares para asegurarnos de que vayamos detrás de terroristas que podrían herir a nuestro personal en el extranjero o eventualmente atacar nuestro país", sostuvo, en un párrafo elíptico y que da a entender que Washington prepara una acción de su fuerza áerea para dar apoyo a las frágiles fuerzas iraquíes.