Miami. — Al igual que muchos ancianos estadounidenses, Edie Stark se ha visto afectada por el derrumbe de los mercados financieros. Tiene 84 años y está muy preocupada por sobrevivir con sus ahorros.
Miami. — Al igual que muchos ancianos estadounidenses, Edie Stark se ha visto afectada por el derrumbe de los mercados financieros. Tiene 84 años y está muy preocupada por sobrevivir con sus ahorros.
Enfermera retirada, Stark es un claro ejemplo de lo que los planificadores financieros llaman fríamente "riesgo de longevidad", en referencia a la necesidad de un ingreso seguro y ahorros duraderos, en un momento en el que un número cada vez mayor de estadounidenses puede vivir hasta 30 años como jubilados. La expectativa de vida en Estados Unidos ya ha alcanzado un récord con 77,8 años, respecto de los 70,8 en 1970, según el Centro Nacional de Estadísticas de Salud, y se proyecta que la expectativa de vida alcanzará los 79,2 años para 2015. Stark asegura que más del 50 por ciento de los haberes jubilatorios de ella y su esposo se esfumaron desde que el mercado de valores empezó a tambalear hace unos meses.
Todavía planea vivir sus últimos días con su esposo de 88 años en el Palace, un exclusivo complejo para jubilados en Miami. Sin embargo, reconoce que eso podría no ser posible a medida que sus ahorros se desvanecen. "Queríamos disponer de dinero para dejarlo a nuestros hijos, pero ya no es posible", lamentó Stark, cuyo esposo padece demencia senil y recibe atención médica permanente en el Palace.
Cuando 3.500 dólares es poco. Dorie Ryder, de 89 años, una maestra de escuela retirada y vecina de Stark en el Palace, afirmó que ha perdido un 25 por ciento de sus bienes con el derrumbe del mercado de valores. Ryder ahora está considerando mudarse a un departamento, donde viviría sola pero pagaría menos alquiler que los 3.500 dólares que desembolsa en el Palace cada mes.
Ryder recibe una pequeña jubilación para los parámetros estadounidenses.
“La ansiedad monetaria cuando eres anciano es simplemente diferente de
cuando eres joven. No tienes la posibilidad de recuperarte”, explica Teresa Ghilarducci, una
experta en jubilaciones de Nueva York. “Pronostico que este auge en la ansiedad en torno a la
seguridad del dinero en realidad va a dar lugar a más enfermedad. La gente se va a morir de
preocupación”, agregó.
Millones de jubilados de clase media y media alta de todo el país se
enfrentan a una incertidumbre cada vez mayor debido a la exposición en la Bolsa, en lugar de
inversiones en “dinero seguro”, como bonos a corto plazo. Muchos se vieron atraídos a
las acciones porque ofrecían la posibilidad de duplicar el capital entre 2003 y 2008. Otros se
enfrentan a ejecuciones, porque tomaron prestado dinero demás, con sus casas como respaldo antes
del derrumbe inmobiliario. “Probablemente la mitad de nuestros clientes están jubilados y,
sí, tenemos muchos clientes muy preocupados”, señaló Peggy Cabaniss, presidente de HC
Asesores Financieros en Lafayette, California.
No lea los diarios. Al igual que la Asociación Psicológica , Cabaniss les dice a sus clientes
que no sigan los informes periodísticos sobre los mercados. Pero eludir las malas noticias es
difícil cuando afectan a los ahorros de toda la vida.
Estados Unidos es el único país desarrollado donde los planes
jubilatorios tradicionales, con un flujo casi garantizado de ingresos, están siendo reemplazados
por programas donde las personas corren muchos riesgos con volátiles inversiones en los mercados,
explicó Ghilarducci.”Es desastroso”, comentó, refiriéndose al panorama para los hijos
del “baby boom” nacidos en la posguerra y que se están jubilando o que se van a jubilar
pronto.
“Los últimos de esa generación quedarán mucho peor parados que sus
padres y abuelos en lo que se refiere a reemplazar sus ingresos cuando se jubilen, principalmente
debido a la erosión en el sistema de jubilación privada”, alerta Ghilarducci.