"El huésped", conviviendo con un alienígena
"El huésped", conviviendo con un alienígena
Calificación: 3 estrellas. Intérpretes: Saoirse Ronan, Diane Kruger, William Hurt, Max Irons, Jake Abel. Dirección: Andrew Niccol. Género: ciencia ficción. Salas: Monumental, Showcase, Sunstar. Village.
Situada en un mundo del futuro donde la Tierra es propiedad de los alienígenas, “La huésped” brinda una propuesta cinematográfica exigente, con una impecable fotografía. Melanie, una adolescente inocente, será una de las miles de víctimas cuyos cuerpos son habitados por almas de otros mundos para poder habitar la Tierra. Pero algo sale mal, la muchacha se rebela y queda consciente tras la ocupación, desatando una lucha entre su conciencia y el ente invasor. La película presenta algunas similitudes con “Mi novio es un zombie” ya que en ambas, los protagonistas deben convivir con dos voces, la interior y la exterior. Pero no se trata del mismo caso, dado que el zombie casi no puede hablar por su condición de muerto, en cambio Melanie deberá luchar con la voz de su alma extraterrestre y la suya, que habita sólo en su mente y no puede ser escuchada. Lo interesante de “La huésped” es que para recuperar su mente y su alma deberá recurrir al amor más profundo. Aún siendo una película de ciencia ficción, la naturaleza está presente en una escena de amor bajo la lluvia. Recuerdo necesario para que Melanie vuelva a ser ella y se reencuentre con su familia. Una historia por momentos extraña, donde no se termina de comprender ni siquiera al final, pero muy interesante, ya que su planteo principal es si los humanos son capaces de convivir sin violencia entre ellos mismos, e incluso con otra especie.
Por Luciana Boglioli / La Capital
"La vida anterior", enfoque tibio del deseo
Calificación: 2 estrellas. Intérpretes: Elena Roger, Sergio Surracco, Esmeralda Mitre, Adriana Aizemberg y Juan José Camero. Dirección: Ariel Broitman. Género: Drama. Salas: Monumental, Showcase y Village.
El deseo puesto en el foco indebido fue tema de infinidades de textos literarios, películas y telenovelas. Y este no es el caso en el que esta temática se manifiesta precisamente de la mejor manera. “La vida anterior”, por intentar ser novedosa en su propuesta termina cayendo en un terreno pretencioso y queda muy lejos de lograr su objetivo. El filme narra el derrotero de tres artistas: la pareja de la cantante de ópera Ana (Elena Roger) y el poeta y pintor Federico (Sergio Surraco), en cuyas vidas aparece Ursula (Esmeralda Mitre), una cantante lírica de una personalidad tan misteriosa como atractiva. Ana y Federico caerán bajo las redes seductoras de Ursula, casi sin darse cuenta. Ana, influida por el magnetismo y la admiración que le provoca su voz. Federico, por un combo de cuestiones, en los que se incluye la belleza y la falta de contención que exige la tercera en discordia. La película promete algo que no cumple. Es que en el comienzo, la poesía de Federico y las letras de las óperas parecen llevar un hilo narrativo que concuerda con la problemática del filme. Pero de a poco todo se va desdibujando y la película se desmorona. Hay cuestiones técnicas que aparecen en el sonido, que a esta altura deberían estar resueltas, y diálogos que son tan lejanos a la realidad que asombran. A menos que alguien recuerde algún caso en el que una persona le diga a su pareja de años la frase “estoy exhausto”. Y esto es sólo un ejemplo. Para destacar, sin embargo, el rol dramático y creíble (ella sí) de Elena Roger, que conmueve en cada interpretación vocal tanto como en su expresividad gestual. Quizá Ariel Broitman intentó darle un vuelo artístico a su película a través del mix poesía-música y pintura, pero lo suyo distó de conmover al espectador y redundó en pasajes soporíferos.
Por Pedro Squillaci / La Capital
"21. La gran fiesta", otra fiesta inolvidable
Calificación: 2 estrellas. Intérpretes: Miles Teller, Justin Chon, Skylar Astin, Jonathan Keltz Jonathan Keltz y Sarah Wright. Dirección: Jon Lucas y Scott Moorey. Género: Comedia. Salas: Monumental, Showcase, Sunstar y Village.
Cuando un éxito parece imparable no habría motivos para detenerlo. Ese parece ser el razonamiento de los responsables de la extensa lista de franquicias numeradas o con un escueto subtítulo (“recargado”, “el regreso”) con las que se aclara que no es lo mismo, aunque se le parece. Esta vez fue el turno de los dos guionistas de la saga “¿Qué pasó ayer?”, Jon Lucas y Scott Moore, transformados ahora en directores de “21. La gran fiesta”. Como en aquel caso las historias se tocan en lo esencial, esto es: un grupo de amigos, pueden ser adultos, como en el primer caso, o adolescentes, como ocurre ahora, que deciden celebrar como corresponde a las relaciones fraternas, con alcohol y descontrol. En el filme se trata del cumpleaños número 21 del protagonista. Como en aquellos casos, todo puede conducir a lo contrario de lo planeado y rozar el delirio. Pero lo que en “¿Qué pasó ayer?” era ironía, en este caso es una sucesión de gags, algo light al estilo del viejo humor físico y algunas réplicas y situaciones disparatadas. Los personajes no pretenden tener la densidad de los que Lucas y Moore crearon hace cuatro años, aunque el resultado, si bien probablemente no hará historia, podrá entretener a los fans de las comedias adolescentes.
Por Rodolfo Bella / La Capital
Por Martín Stoianovich