"Blue Jasmine", la vida es una gran mentira
"Blue Jasmine", la vida es una gran mentira
Calificación: ****. Intérpretes: Cate Blanchett, Alec Baldwin, Sally Hawkins y Andrew Dice Clay. Dirección: Woody Allen. Género: drama. Salas: Monumental, Del Centro, Showcase, Sunstar y Village.
Después de pasearse por las capitales europeas con un cine entre molesto y anodino (la única excepción podría ser “Medianoche en París”), Woody Allen volvió a filmar en EEUU y se enfocó (al fin) en una historia dramática intensa, en donde realmente vibra el perfil de los personajes. Tal vez “Blue Jasmine” sea la película más lograda del director desde “Crímenes y pecados” y “Maridos y esposas”. Estamos hablando de 20 años, y por eso podríamos celebrarlo como un regreso. La heroína absoluta de esta historia es Jasmine French (Cate Blanchet), una dama de la alta sociedad neoyorquina que cae en desgracia cuando su marido termina preso por fraudes y estafas. En bancarrota, y perdida entre el alcohol y las pastillas, Jasmine se muda a San Francisco para intentar rehacer su vida, pero “la transición” va a resultar mucho más difícil de lo que esperaba. Allen reivindica aquí por qué es un maestro en la construcción de estos personajes femeninos perturbados. De a poco va llevando a su protagonista de las anécdotas casi graciosas de su vida de millonaria hacia la más pura tragedia de alguien que ha vivido alimentándose de mentiras. Con un humor cruel y una mirada punzante, también logra acercar al espectador a este personaje lejano, y subirlo a su montaña rusa anímica. Claro que todo esto no sería posible sin una actriz como Cate Blanchet. Ella sola hace brillar la película más allá de los méritos de Allen.
Por Carolina Taffoni / La Capital
"La noche del demonio", visitas del más allá
Calificación: ***. Intérpretes: Patrick Wilson, Rose Byrne, Barbara Hershey, Lin Shaye Andrew Astor. Dirección: James Wan. Género: Terror. Salas: Monumental, Showcase, Sunstar y Village.
Una casa deshabitada, un hospital abandonado, un vestido de novia negro, un padre poseído, música escalofriante, fantasmas, muñecas y una visita al más allá forman la fórmula exacta para que una película de terror sea buena.
Con la dirección de James Wan (“El conjuro”), la segunda parte de “La noche del demonio” es una de las películas de terror mejor logradas de los últimos cinco años.
Los momentos de tensión constantes signados por posesiones y embrujos hacen que sea una película perfecta para disfrutar del buen cine de terror sin abusar de la sangre ni de los efectos especiales.
Durante los 105 minutos de la película, el espectador está aferrado al asiento, con el corazón latiendo a mil por hora y por momentos, hasta cerrando los ojos por miedo a lo que está por verse. Es así, porque este filme cuenta la historia de una familia que lucha desesperadamente por descubrir un terrorífico secreto que los dejó peligrosamente conectados con el mundo de los espíritus, que necesita la energía de los vivos para alimentarse.
Una película que se mueve en el thriller y el terror con una excelente fotografía y muy buenas actuaciones, donde las maldiciones son las verdaderas protagonistas.
Por Luciana Boglioli / La Capital
"Gravedad", sobran las palabras
Calificación: **. Intérpretes: Sandra Bullock y George Clooney. Dirección: Alfonso Cuarón. Género: Ciencia ficción. Salas: Monumental, Sunstar, Showcase y Village.
si “Gravedad” hubiese sido una película muda seguramente hoy sería una joya del séptimo arte. Pero, lamentablemente, los dos astronautas que flotan como bebés en el espacio hablan a través de diálogos entre cancheros, vacíos y repitiendo todos los lugares comunes del cine de Hollywood, y, después, cuando sólo queda un sobreviviente del desastre ocasionado por un obsoleto satélite (obviamente, de procedencia rusa) a través de la voz de la conciencia fortaleciendo el regresar a casa.
La paz ingrávida y poética del cosmos merecía otro tipo de parlamento, tal vez algunas reflexiones de cierta profundidad sobre la existencia humana o, quizá, el más absoluto silencio en medio de la inmensidad sideral. Pero nunca la voz del astronauta Clooney hablando como un Humphrey Bogart, compadrito ante la mismísima certeza de muerte. Insoportable.
Alfonso Cuarón filmó una hipnótica película de hora y media de duración: un verdadero salto tecnológico al espacio y en 3D. Un viaje emocionante y con grandes resultados estéticos. Pero termina decepcionando (quizá por los mismos motivos que cautivó al público norteamericano) porque en definitiva se trata de un nuevo tanque de la gran industria.
Por todo esto el viaje astral de la astronauta Bullock termina siendo un conjunto de tomas hermosas -que en su conjunto forman un bello relato cinematográfico- acompañadas por un parloteo insufrible y decepcionante, que va de lo melodramático a lo patético, sin poder eludir en ningún momento a las frases hechas.
Muda hubiera sido una gran película.
Por Gonzalo Santamaría