Estados Unidos no puede dejar atrás los estímulos monetarios. La economía americana cuenta con un presupuesto a 90 días, financiamiento acotado en el tiempo y depende de las rencillas políticas para saber si cae o no en cesación de pagos. El 7 de febrero próximo será la hora de la verdad. Mientras tanto, los mercados descuentan que los estímulos monetarios continuarán, por eso vemos una gran depreciación del dólar a escala mundial, y los inversores lentamente van virando sus miradas hacia activos con mayor riesgo, o materias primas que habían dejado abandonadas.
En primer lugar, hay que decir que la política de estímulo monetario beneficia a América latina. Brasil recuperó el ingreso de capitales y el real pasó de 2,50 a 2,20. Las materias primas agrícolas, van mostrando una lenta, pero persistente recuperación. La soja a mayo 2014 ya se encuentra en los u$s 300 la tonelada y el maíz en los u$s 162,50 la tonelada, no sería extraño verlos un 10% arriba de estos valores.
En segundo lugar, el gobierno argentino salió al mundo a negociar. No se sabe cuál es el límite, pero está claro que pagó cinco juicios del Ciadi, destrabó un crédito del Banco Mundial de u$s 3.000 millones de dólares y que estaría negociando pagarle al Club de París y busca un acuerdo con los bonistas en litigio, conocidos popularmente como los fondos buitres, que desde que se negocia con ellos dejaron de llamarse buitres para el gobierno argentino.
En tercer lugar, se nota un mayor volumen en el mercado de capitales local. El índice Merval cerró antes de las elecciones del 11 de agosto de 2013 en 3.668 puntos, desde esa fecha a la actualidad subió el 54%, señal de que algo está cambiando para los inversores extranjeros. Los títulos públicos argentinos están rentando una tasa de un solo dígito, con subas excepcionales. El Boden 2015 vale en Bolsa a una paridad del 95%, con una renta proyectada del 9,96% anual. Algo impensable hace unos meses atrás.
En cuarto lugar, el gobierno sigue mostrando una economía con alta intervención, debilidades fiscales y pérdida masiva de dólares. Esto que podría ser muy negativo, es relativizado por los inversores internacionales que compran bonos y acciones.
u El mundo. Estados Unidos seguirá con los estímulos monetarios. Esto deprimirá al dólar e impulsará a la suba a las materias primas agrícolas y monedas emergentes. Un euro en 1,38 es letal para la economía europea. Países como España e Italia que pagan tasas superiores al 4% anual para endeudarse, tienen una moneda poco competitiva y padecen alto desempleo, están llamados a complicarse a futuro. El euro sube, pero los países periféricos de Europa se acercan a la reestructuración de deudas. China con problemas financieros es una amenaza en este escenario, sin embargo se espera que supere sus problemas. El petróleo cayó de los u$s 100 por el boom mundial del shale oil.
u Los mercados mundiales. Se va hacia una exuberancia irracional, los problemas políticos de Estados Unidos se disimulan con estímulos monetarios. Europa sigue con tasas bajas. Los administradores de cartera se endeudan en Estados Unidos a tasas bajas y salen a invertir en el resto del mundo, lo que hace que la moneda europea y de muchos países emergentes se aprecie considerablemente. Se vive una algarabía poco esperada. Cuando todos se preparaban para los recortes de estímulos y suba de tasas, se cambió el libreto y los mercados salieron rabiosos a recuperar el tiempo perdido.
u Argentina. En medio de un proceso electoral, daría la impresión de que hay un cambio en la visión de los mercados mundiales. De ignorarlos y combatirlos, se pasa a seducirlos y pagarles, no es poco para un gobierno kirchnerista. El giro es muy fuerte y los inversores respondieron como debían hacerlo, comprando bonos y acciones locales. Daría la impresión que llegaron a un nivel muy elevado. El índice Merval vale u$s 564 medido en dólares blue, una buena valuación bursátil. No está barato. Los títulos públicos ya rentan un solo dígito, bajo para Argentina y todavía muy elevado para un mundo en donde la tasa a 10 años de plazo se ubica en 2,5% anual. Brasil capturó dinero a 12 años al 4,3% anual. Hay espacio para seguir a la suba, si el país efectivamente paga.
Párrafo aparte para la tasa y el dólar. El dólar blue superó la barrera de los $ 10 y no se ve una escapada loca a niveles mucho más elevados. Sin embargo, hay que decir que el valor de 10 llegó para quedarse. La base monetaria se ubica en torno de los $ 340.000 millones y las reservas en u$s 34.000 millones, esto da un valor de 10 para el dólar marginal en el mercado. El dólar oficial sigue muy bajo, en niveles de 5,90, debería estar mucho más alto, tal vez no a $10 pero con un dólar entre $7 y $8 muchas actividades económicas estarían mejor. La tasa de interés sigue trepando, los bancos pagan cerca del 20% anual, un escenario de iliquidez abraza al mercado, para quedarse hasta fin de año. Los tenedores de pesos conseguirán tasas altas en los próximos 60 días.
Lo que viene. Después de las elecciones hay que hacer algo con el dólar turismo, también con el dólar de los autos importados, las tarifas eléctricas y las de gas. Hay que hacer algo en muchos frentes, y esto podría traer consigo cambios en los precios relativos. Comprar propiedades y asegurarse un precio luce muy positivo. Si no tiene todo el dinero, hay créditos a tasas fijas a 36 meses que lucen elevados hoy y serán baratos mañana. La inflación seguirá en torno del 25% anual y la cuota se irá licuando. Autos financiados a tasas de un dígito son muy atractivos, el problema es que a veces no se financian los autos que el cliente desea, pero hay que aprovechar la oferta, no elegir el auto. Los electrodomésticos siguen baratos y con buena financiación, no estaría mal comprar ya el televisor con el que poder ver el Mundial 2014, el crédito no está asegurado a 6 meses vista.
Conclusión: ¿qué viene después del 27 de octubre? El 28 de octubre, algunas condiciones económicas cambiarán y el apetito inversor se acomodará a la nueva realidad. Si la soja y el maíz siguen a la suba, el clima económico mejorará, pero para ello se necesitan lluvias. Se va hacia un cambio saludable si Argentina sigue pagando lo que debe. En cambio, se volverá a la alta volatilidad si se esquivan los pagos. ¿El precio del dólar? Todo dependerá si el mundo le presta o no al país, las elecciones y las medidas posteriores son centrales para responder esta pregunta.