Muchas de las denuncias de los usuarios refieren a incidentes ocurridos después de subir o bajar de un taxi en la estación de ómnibus. Una parada, calificada (más de una vez) de “conflictiva” incluso entre los mismos taxistas. Según aseguraron fuentes del destacamento policial que funciona en la estación, “en los últimos tiempos, desde que se generalizó el uso de GPS, las denuncias que involucraban a choferes disminuyeron”. Sin embargo, por mes siguen recibiendo entre uno o dos casos relacionados con el robo de pertenencias o conflictos desatados a la hora de abonar el servicio.
El último se registró el 9 de mayo pasado, a media mañana. Una mujer con problemas motrices, Marta R., abordó un coche en la terminal para viajar hasta San Luis y Moreno. Al final del recorrido el reloj marcaba $ 9,60, la pasajera sacó un billete de $ 50 para pagar y el conductor se negó a darle el vuelto. Discusión mediante, la obligó a abandonar el taxi y salió disparado.
Peor la pasó un turista chileno de 29 años, Alvaro A., quien a principios de marzo tomó un taxi en la estación con destino a avenida Belgrano y Tucumán. Al llegar al destino, según denunció el joven en la comisaría 3ª, el chofer arrancó con todo su equipaje que estaba en el baúl. Además de sus cosas personales, el conductor se alzó con una notebook, una cámara fotográfica y 5 mil pesos.