La problemática de los chicos que son enrolados por el narcotráfico ya está en la agenda de la Defensoría de Niñas, Niños y Adolescentes de Santa Fe. Más específicamente es una de las primeras tareas que asume el Observatorio de Derechos de Niñez y Adolescencia que depende de este organismo y de Unicef Argentina, que fue presentado públicamente la semana pasada en la provincia. "Estamos evaluando una estrategia de intervención, además de una recomendación en materia de políticas públicas sobre este tema", anticipa a LaCapital, la titular de este organismo, Analía Colombo. También se refiere a la necesidad de visualizar y hacer visibles estos problemas; y recuerda que los docentes pueden consultar qué hacer y hasta denunciar ante este organismo situaciones que vulneren los derechos de los chicos.
La trascendencia pública que tuvo la noticia sobre la adolescente que luego de pedir permiso varias veces para salir antes de la escuela, y al ser requerida una explicación por parte de las autoridades, dijo que lo hacía porque "trabajaba en un búnker de drogas", no pasó inadvertida para la defensora Colombo. Tampoco la que hablaba del drama de los "Soldaditos", contado por diferentes directivos de escuelas.
"Consideramos que es un tema de alta complejidad que preocupa mucho a esta Defensoría, como tantos otros problemas. Más allá del caso, porque otras de las ideas que sostenemos es ser muy respetuosos de la identidad de los chicos, lo tomamos para hablar de temas no de casos", explica.
Perspectivas. La defensora anticipa que es desde el Observatorio desde donde analizan "cómo hacer una estrategia de intervención".
Es por esa misma multiplicidad de perspectivas que requiere la atención, que afirma que es un problema que incluye a los distintos ministerios, más bien "a todo el gobierno". "Por eso —continúa— la idea es ver cómo lo trabajamos desde el Observatorio y desde el tema que elegimos este año para abordar con Unicef, que es la violencia, porque este también es un tema de violencia. Obligar a un chico o adolescente a hacer una actividad de este tipo o sabiendo que es vulnerable. Esta tentación es una forma de violencia, se está vulnerando sus derechos". La idea que maneja la Defensoría es, además de buscar —a través del Observatorio— qué estrategia es la mejor para su atención, hacer una "recomendación" (un instrumento legal).
También aquí precisa que "esa recomendación no está orientada a un Ministerio determinado sino que es de política pública, de cómo abordarla desde distintos lugares", y en este caso particular de la relación entre los niños y adolescentes y el narcotráfico. Además porque la propuesta que evalúan aspira a estar en sintonía —agrega— con las metas del Observatorio que "es promover derechos para prevenir. Visualizar para ser visibles, algo que muchas veces es lo que no sucede", y puntualiza: "Estamos tratando de analizar experiencias de otras partes del mundo, experiencias de intervención desde el Estado para abordar esta complejidad. Esto nos llevará un tiempo para que sea serio; es decir que sirva para mejorar".
Para perder el miedo. Si bien el caso de esta estudiante del secundario tomó estado público, no es el único. Pasa que las mismas características que rondan el delito, la amenaza y mucho miedo impiden a los docentes hacerlos públicos. Es más, muchos ni siquiera saben dónde recurrir, cómo hacerlo, con quién hablarlo. De hecho no existe a nivel de directivas educativas un protocolo que los oriente, menos que los acompañe. Esto es lo que con pesar muchos reconocen por lo bajo, en silencio y hasta con desazón.
Ante la consulta qué pueden hacer maestros y profesores cuando se enfrentan a situaciones similares, dónde recurrir, pedir orientación, la defensora Colombo es categórica con la respuesta: "Yo tengo facultades para actuar de oficio, de reservar la identidad, basta con que me acerquen la denuncia, que hasta muchos hacen en forma anónima".
Dice que es clave que se sepa esta función que tiene la Defensoría, algo que para "muchos es desconocida". "Entonces la gente —maestros, familiares— tiene que perder ese miedo, porque tomamos la denuncia y actuamos de oficio". "Hasta tengo —resalta— facultades de hacer uso de la fuerza pública y eso tampoco se sabe. Ya hemos recibido, por ejemplo, un par de denuncias anónimas de temas de trata y las llevamos anónimamente con el Tribunal, y sirvió un montón".
Al cierre de la charla insiste con que se conozca la función que cumple este organismo, y comenta que es justamente esta misma información, la que están tratando de hacer conocer por las escuelas. Hay que saber que se trata del organismo estatal de garantía de los derechos de niñas, niños y adolescentes de la provincia de Santa Fe. Que es el órgano de control de las políticas públicas del Ejecutivo. Analía Colombo es la primera ombudsman con competencia en niñez y adolescencia de todo el país. El organismo trabaja en el ámbito de la Defensoría del Pueblo, en materia de protección y promoción integral de los derechos en consonancia con el nuevo paradigma que impulsa la legislación nacional e internacional en la materia de infancias y adolescencias.
Nueva sede. Desde mayo funciona en Rosario en una sede propia ubicada en Italia 321 (teléfonos 4721587 /88 /89, email: [email protected], www.defensorianna.gov.ar). Un espacio abierto, luminoso, con un diseño que invita a permanecer, y que la misma defensora destaca haber sido "la primera institución del país que tuvieron la posibilidad de construir el propio espacio".
La nueva sede de la Defensoría dispone de áreas preparadas para facilitar la llegada de las personas, como el de escucha. "La gente llega con problemas muy complejos, y seguramente ya pasó por muchas reparticiones del Estado, entonces la idea es que no siga circulando. Sabemos que muchos hacen un gran esfuerzo hasta para tomar un colectivo y venir. Por eso el objetivo no es reenviarlos a otro lugar, sino resolver el problema acá mismo".
Colombo asegura que el espacio de la Defensoría a su cargo busca superar obstáculos. "Yo trabajo en el Estado desde hace mucho tiempo, en distintos lugares y el Estado es expulsivo. Hemos hecho algunas recomendaciones del buen trato a otras áreas y reparticiones. Hasta he ido personalmente. Es una cuestión no técnica ni administrativa, sino de lógica".