El gobierno nacional ha tomado medidas muy jugadas en materia económica. El Banco Central República Argentina subió la tasa a niveles del 30% anual. Sin embargo, los plazos fijos no logran superar los niveles alcanzados en noviembre del año 2013. El dólar se ubica en 7,80 pero la autoridad monetaria no recupera fuertemente reservas, aunque dejó de perderlas. Los bancos vendieron sus tenencias de activos dolarizados y el mercado las absorbió sin mayores problemas. ¿Qué significa todo esto? El mercado demanda dólares, por ahora no quiere saber nada con el peso.
El día jueves hubo una excelente noticia, el gobierno blanqueó un índice de precios más ajustado a la realidad que vive el país. Esto abre las puertas a una negociación con los organismos financieros internacionales de crédito, como también una demanda de 30% de aumento en las paritarias. Ya no lo dicen los sindicalistas, el gobierno convalida una inflación del 30% anual, al menos en las proyecciones.
Si este índice no es utilizado para conseguir financiamiento, el gobierno le abrió las puertas a los sindicatos para que incrementen sus demandas salariales sin obtener nada a cambio. Si consigue financiamiento, el año puede ser mucho mejor que el esperado.
El falso efecto soja. En el mercado hay demasiada mala información. Muchos analistas económicos están convencidos de que luego de la cosecha de soja llegará una avalancha de dólares. Nada más alejado de la realidad. La cosecha de soja se estima en 53 millones aunque las lluvias excesivas y la seca en otros lugares, podrían hacer que la ubique un escalón más abajo. Esta cantidad, vendida a un precio de u$s 293,54 da un monto total de u$s 15.558 millones. El año pasado con una cosecha de soja de 49,3 millones de toneladas y un precio de u$s 356,35 el estimado se ubicaba en u$s17.570 millones. Claramente, en las estimaciones previas hay u$s 2.000 millones menos para este año.
La cosecha de soja 2013/ 2014 puede ser más elevada que un año atrás, algo que todavía está por verse. Sin embargo, el precio es sensiblemente inferior, por ende, en 2014 habrá menos dólares que en el año 2013.
En el caso del maíz sucede lo mismo. El año pasado se cosecharon 24,8 millones de toneladas a un precio estimado de u$s 173,40 lo que da un total de u$s 4.311 millones. Este año se estiman 20 millones de toneladas, que a un precio estimado de u$s 160,9 da un total de 3.217 millones de dólares. Claramente el maíz, también aportará menos dólares en 2014.
Estas estimaciones pueden ser todavía más bajas, dado que nadie tiene claro la cantidad que finalmente se terminará cosechando, en un escenario en donde el clima juega un papel relevante.
Salir al mercado. Con estos números en mano, el gobierno debe trabajar en la necesidad imperiosa de conseguir financiamiento en los mercados internacionales. Unos u$s 10.000 millones de dólares vendrían de maravillas y de esta forma fortalecer las reservas liquidas y disponibles. Si estos dólares solo ingresarían para fortalecer las reservas, y como contraparte no se emitirían pesos, el dólar de convertibilidad que surge de medir la base monetaria versus las reservas caerían debajo de $10, siendo esto un golpe de efecto tremendo sobre la actividad económica.
Si dicho crédito no llega, no habría que descartar que el dólar blue siga trepando a niveles cercanos a $15 para las próximas semanas.
En un escenario u en otro, tanto los bonos y las acciones arbitrarían a la suba, ya sea por la buena noticia de conseguir financiamiento, o por el escenario negativo que implica la perdida de reservas, y la consecuente suba del dólar blue.
Dentro de los bonos, el Bonar 2015 y Boden 2017 lucen los más apetecibles para los inversores conservadores. El Boden 2015 vale $1.025 y cotiza a una parida de u$s 96. Si lo comprás y lo mantenés en cartera hasta su vencimiento en octubre de 2015 recibís u$s114,0 en efectivo, lo que implica una ganancia muy importante, ya que invertís $ 1.025 y recibirás u$s 114, lo que te deja al dólar a un precio de $9,00. Una verdadera ganga.
En el caso de las acciones, las empresas exportadoras ganarían protagonismo, acciones como Tenaris, Siderar y Aluar, se verían beneficiadas ante una devaluación, o una mejora de la capacidad crediticia del país.
No todos los caminos conducen al dólar o la tasa de interés, en esta coyuntura estar comprando en bonos o acciones puede ser la alternativa más eficiente.