El presidente Guillermo Lorente explicó anoche la posición de Newell's y apuntó directamente al ministro de Seguridad provincial, Raúl Lamberto, como el responsable de la suspensión del clásico. "Si Lamberto dijo que él no suspendió el partido, está mintiendo. Lo conozco, lo aprecio, es un amigo desde hace 40 años, pero está mintiendo", resaltó en forma contundente el mandamás leproso.
El titular rojinegro narró los hechos que protagonizó ayer junto a otros dirigentes y miembros de seguridad de la provincia y de la Municipalidad. "Lamberto venía con nosotros en un micro, junto a otros funcionarios. Nos encontramos en el predio de Bella Vista para ir todos juntos a Ricardone, como habíamos quedado en el semana. Ibamos a buscar los jugadores para acompañarlos a la cancha. Lo mismo íbamos a hacer con la gente de Central la semana siguiente. Cuando estábamos por llegar a Ricardone nos llega la información de lo que sucedió en las inmediaciones del club, que hubo cruces con la polícía en Pellegrini y Pueyrredón. Lamberto estaba viajando al lado mío y cuando escuchamos que estaba toda la policía metida en el club, él mismo pidió que volvamos". Y agregó: "Cuando entramos al palco presidencial, Lamberto dijo que suspendía el partido porque no había garantías. También estuvo Drivet (Matías, secretario de seguridad), que llegó en ese momento. Dijo que se suspendía, y que él le avisaba a la empresa. Y Drivet habló con Speciale".
—¿Por qué creés que los otros sectores le apuntan a Newell's?
—La gente que estaba en la cancha no sabía lo que pasó en nuestro club. Los que saben son Lamberto y Asegurado, que estuvieron al lado nuestro. No hay que buscar culpables, hacen falta gestos pacificadores.
—Lamberto fue concreto.
—Nosotros estábamos con él, yendo a buscar al plantel a Ricardone. Más allá de si es buena o mala la decisión que tomó él, es absurda la hipótesis. Cuando escuchó que había un polícía con peligro de muerte pidió pegar la vuelta. Lo que ninguno se podía bancar era algún muerto, sea policía o hincha. Lamberto se había comprometido con la seguridad y hubo no menos de nueve ataques cruzados. La seguridad no estaba garantizada.
—¿A qué puede responder esto?
—Si Lamberto dijo que él no suspendió el partido, está mintiendo. Lo conozco, lo aprecio, es un amigo de 40 años pero está mintiendo.
—La policía alega que Ñuls no cumplió con la consigna de que no se junte gente en el club el día del partido.
—Cuando llegamos, la policía estaba desencajada. Fue un descalabro porque entró desenfrenadamente al club. No sé si hubo provocación porque íbamos para Ricardone.
—¿No había barras en los parrilleros planeando ir al partido?
—Es una cuestión que debe averiguar el gobierno. Habrá investigación y castigo.
—¿Cómo explica la aparición de una arma de fuego en la pensión?
—No sé. Es un momento complicado para nosotros y no descarto ninguna cuestión. Lo más importante es que el policía está bien y que no hay que lamentar ninguna víctima.