Nicolás Paladini, el hijo de Juan Alberto, el empresario que murió el 13 de septiembre pasado cuando su auto mordió la banquina y terminó en una zanja en Circunvalación y el acceso a la autopista a Córdoba, aseguró ayer que fue necesario manifestar públicamente que el vehículo había sufrido una agresión previa para que la Justicia investigara lo ocurrido y no cerrara el caso como un "simple accidente". Y enfatizó: "Lo de mi viejo fue un homicidio".
Según la pericia de Gendarmería, el auto que manejaba el empresario recibió "dos impactos externos por elementos contundentes". Y, para su familia, esos análisis confirman que la causal del siniestro "fue una agresión externa y no una mala maniobra" del conductor del Audi R8. Las conclusiones de la fuerza federal se contraponen con el informe de la policía provincial, que sostiene que los golpes fueron desde adentro hacia afuera del rodado, descartando la hipótesis del piedrazo o algún hecho de inseguridad.
"Lo de mi viejo fue un homicidio. Es vergonzoso que tuviéramos que hacerlo público porque no quedaba otra alternativa para que se siguiera investigando. Cuando llegué al lugar, con mi papá todavía ahí, me dí cuenta de que no había sido un simple accidente de tránsito. No era como se comentaba, que venía a alta velocidad o sin el cinturón. Rocío (Guirao Díaz) estaba conmigo y le pareció lo mismo", dijo Nicolás al programa Ciudad Goti-K, de La Red.
El hijo de Paladini (que está casado con la modelo) confirmó que, tras el pedido de la familia, fueron citados a la Justicia, comenzó a intervenir Gendarmería y surgieron nuevas pericias que indican el auto recibió dos golpes externos antes del despiste, lo que avalaría la hipótesis de su entorno.
"El lunes 15 de septiembre fui con mi abogado adonde había llevado el coche, que estaba en el taller de un amigo. La fiscal ya lo había liberado a los cinco minutos. Vimos que el auto tenía golpes, impactos del lado de afuera. Tal vez los fiscales se habían adelantado y cerrado (la pesquisa) como un accidente. No nos quedó otra que sacar fotos y subirlas a las redes sociales para que se volviera a investigar", relató.
Luego, Nicolás agregó: "El martes 16 de septiembre se retoma la causa y la policía vuelve a hacer la pericia. Son los mismos que la habían realizado el día del accidente. Por ahí, disconformes y sabiendo ya lo que iban a dar esas pericias, recurrimos a Gendarmería, que nos recibió muy bien. Cada muestra del polvo del proyectil —como lo llaman ellos— fue guardada en bolsitas, labradas y firmadas por todos".
"Hay dos informes totalmente opuestos: el de la policía, que indica que los impactos provienen de adentro, tal vez alegando que el cuerpo es el que golpea el parabrisas. Aunque en el peritaje se ve perfectamente que el cuerpo sale despedido por la puerta del conductor. Hay cosas incongruentes, pero por ahí es difícil reconocer los errores y la policía no va a salir a decir «me equivoqué». Ocurre que Gendarmería afirma que golpeó una piedra, están los restos de escombro", describió.
Luego reveló resultados de una investigación privada que, según dijo, determinó que su padre tenía el cinturón de seguridad colocado, y de la participación de los técnicos de Audi, que "corroboraron que venía en segunda".