Jesús Romano, un joven de 21 años que era amigo del asesinado Maximiliano "Quemadito" Rodríguez y está procesado como partícipe de ese homicidio, presentó ayer un escrito ante tres jueces de la Cámara Penal para dar cuenta de una situación atípica: informó que fue liberado de su encierro en la alcaidía mayor de Jefatura por un "error" y que se ponía a disposición de la Justicia para aclarar que no es su intención escaparse. "Lo que pasó es algo muy grave. El sólo quiere cumplir con sus obligaciones ante el Poder Judicial", manifestó su defensor, el abogado Marcos Cella.
La situación fue relatada ayer por el abogado y el propio joven involucrado (ver abajo), quien presentó el escrito ante la Sala II de la Cámara Penal. Ese tribunal debe revisar los procesamientos de los acusados del crimen de Maximiliano Rodríguez, entre quienes está detenido como instigador el jefe de la barra brava de Newell's Old Boys, Diego "Panadero" Ochoa. A su vez, Cella había presentado ante el mismo tribunal un pedido de libertad de Romano que aún debe resolverse. El abogado señaló entonces que no existía peligro de que su cliente intente fugarse mientras dure el proceso y por eso solicitó una morigeración de prisión. Ahora reforzó su planteo al poner a Romano a disposición de la Justicia tras su errónea salida de la alcaidía, ocurrida el martes pasado.
Según el profesional, ese día Romano obtuvo la libertad y la falta de mérito en una causa conexa en la que estaba acusado de amenazar a la hermana del "Quemadito" Rodríguez. Así, la orden de libertad llegó a la alcaidía y Romano fue puesto en libertad, al parecer porque en el presidio no llegó a advertirse que en la causa principal, la del crimen de Rodríguez, debía permanecer preso. En los registros de Tribunales, indicó Cella, "figura como detenido y a disposición conjunta del juzgado de Instrucción Nº 9 y la Sala II de la Cámara Penal", aunque el joven ayer a la tarde estuvo en la redacción de este diario para contar la insólita situación.
Romano estaba preso desde agosto pasado, cuando fue acusado junto a su hermano Franco de amedrentar a la hermana de Quemadito para que no aportara datos a la causa. Le endilgaron haberla intimidado mediante disparos a su casa de barrio Alvear y mensajes de texto amenazantes. La denuncia de ese incidente a tiros precipitó la detención, al día siguiente, de Diego Ochoa como ideólogo del crimen de Rodríguez. El joven también fue imputado y procesado como partícipe del homicidio aunque el lo niega terminantemente.
La causa de las amenazas permanecía abierta y ahora fue resuelta por la jueza de Instrucción Mónica Lamperti, a cargo del juzgado de Instrucción Nº 9 en la etapa de conclusión de causas remanentes del viejo sistema penal. El martes la magistrada le otorgó la falta de mérito a los dos hermanos Romano (Franco ya estaba en libertad) al entender que "hubo contradicciones entre los denunciantes y ausencia de vainas y balas en el lugar", reprodujo Cella.
Esa es la orden de libertad que provocó la salida de Romano de alcaidía. "El pidió ponerse a disposición de la Justicia voluntariamente, para hacer saber que de ninguna manera se va a profugar", dijo Cella, quien calificó el incidente como muy grave: "Es jugar con la seguridad jurídica y la salud psicológica de mi cliente", manifestó.
Ahora el tribunal de segunda instancia debe resolver sobre el destino del joven: si pide que vuelva a prisión o resuelve en su favor el pedido de libertad previo. Además está pendiente de revisión el fondo del asunto respecto de todos los acusados por la muerte de Quemadito. En ese orden, Cella también pidió la falta de mérito de Romano con el argumento de que no existen pruebas en su contra.
La imputación. Romano era amigo de Quemadito Rodríguez, el joven baleado en la cabeza el 5 de febrero de 2013 en la esquina de Corrientes y Pellegrini por tres sujetos que huyeron en motos. Esa tarde Romano fue a visitar a Quemadito a su departamento junto a otro joven, Matías C., quien está fuera de sospecha. Conversaron hasta que Maxi y su novia decidieron ir a un bar. Cuando la pareja caminaba hacia la esquina ocurrió el ataque, mientras Romano intentaba arrancar su moto para regresar a su vivienda.
Al muchacho, ahijado de uno de los acusados como coautores del homicidio, le adjudican haber revelado a los sicarios el domicilio de Quemadito, dato que sólo conocía una decena de personas. Se detectó que a las 18.06 desde el departamento envió un mensaje a su padrino, según se infiere, para avisar que la víctima estaba por salir del edificio.
De acuerdo con la resolución dictada en octubre por el entonces juez de Instrucción Javier Beltramone, ahora bajo apelación, el crimen fue una venganza en el marco de la disputa por el control de la tribuna de Newell's. Por el homicidio de Rodríguez, y un ataque que ese mismo muchacho recibió nueve días antes, también están procesados Héctor David Rodríguez, Sergio Federico Acosta, Walter Acosta y Emilio Salazar.