"Dame las llaves del auto, pegá media vuelta y andate tranquilo porque te vuelo
la cabeza". La orden y la sugerencia, pronunciada en tono de amenaza, fueron impartidas hacia un
muchacho de 28 años que intentaba regresar a su casa luego de cenar junto a su novia en una
parrilla de avenida Pellegrini.
La víctima había caminado los 200 metros que lo separaban desde el restaurante
en el que había cenado hasta su vehículo y cuando estaba a punto de abrir la puerta le colocaron el
cañón de un revólver en la cintura. Luego escuchó la inquietante frase y unos segundos después vio
cómo se robaban el coche que hasta anoche no había aparecido.
El final de la velada. El asalto ocurrió en los últimos minutos del viernes en
Cochabamba entre Dorrego e Italia, a una cuadra del parque Independencia y a una de la avenida
Pellegrini. Nicolás H. es propietario de una agencia de remises de Fray Luis Beltrán y ese día
había decidido terminarlo con buena compañía, disfrutando una cena en la parrilla El Establo, de
Pellegrini al 1700.
Allí estuvo con su novia hasta que llegó el momento de emprender el viaje de
regreso a casa. Según contaron a este diario familiares del muchacho asaltado, debido a la gran
congestión de tránsito que suele darse en la zona aledaña a la avenida, donde es muy difícil hallar
lugar para estacionar, Nicolás decidió aparcar su Fiat Siena color blanco sobre calle Cochabamba al
1800.
“Le dijo a la novia «quedate acá, que voy a buscar el auto». Entonces
Nicolás se fue caminado hasta el coche y cuando estaba por abrir la puerta lo achicaron”,
contó ayer a este diario Marcelo, el papá del muchacho asaltado. El joven tenía la llave en la mano
y casi había abierto el vehículo cuando llegaron dos hombres en una moto de mediana cilindrada.
La irrupción. El que manejaba la moto tenía colocado un casco y el que iba como acompañante
llevaba puesto un gorro y cubría su rostro hasta la nariz con una cuellera. Ese delincuente fue en
definitiva el que lo asaltó.
Cuando bajó de la moto ya empuñaba un arma de fuego cuyo cañón cromado calzó en
la cintura de Nicolás. “Dame las llaves, pegá media vuelta y andate tranquilo porque te vuelo
la cabeza”, dijo el maleante. Nicolás acató la orden y un segundo después, el delincuente ya
había desaparecido al volante del Siena. “Mi hijo se pegó un cagazo bárbaro, no le daban las
piernas para irse. Regresó a la avenida y allí buscó a la novia, subió a un taxi y fue a la
comisaría 5ª, donde radicó la denuncia”, recordó el padre de la víctima.
Nicolás se presentó en la seccional de Italia al 2100, ubicada a cuatro cuadras
del lugar del asalto, y narró lo ocurrido. El Fiat Sien blanco y matrícula ECZ 144 está registrado
a nombre de la víctima. Hasta ayer a la noche el coche no había sido localizado, según indicaron
fuentes policiales.
“Sabemos lo que pasa en Rosario, hay que moverse con cuidado. A tres de
nuestros choferes los han asaltado y alguno también recibió un culatazo, pero nunca nos habían
robado un auto. Ahora el problema es que adentro estaban todos los papeles”, señaló Marcelo
al describir el temor de que esa documentación pueda ser utilizada para perpetrar alguna
estafa.
Precaución. El padre de la víctima contó que Nicolás es titular de la agencia de
remises hace tres años y que posee una flota de autos propios. También aclaró que el muchacho no
estaba trabajando en el momento en que fue abordado por los delincuentes. “Sólo terminaba de
pasar un rato agradable cenando afuera”, añadió. Con todo lo que pasó antenoche, y ante el
temor de que en el interior del Siena también haya quedado un juego de llaves, la familia dispuso
el cambio de cerraduras de la casa particular y también de la remisería.
El caso es investigado por la seccional 5ª con conocimiento del juez de
Instrucción Juan Donnola. La desaparición del coche ya figura en los registros de la sección
Sustracción de Automotores.