Mientras el resto de los chicos negros de su generación veneraban a James Brown y sobre sus mismas bases inventaban el hip hop, Vernon Reid y los suyos adoraban a otro gran negro, pero que también era apreciado por el público blanco: Jimi Hendrix. Por algo será que el baterista Wil Calhoun responde rápidamente “¡Hendrix, obviamente!”, cuando se le pregunta cuál es el guitarrista que más admira la banda. Lo cierto es que del alma de sus riffs, de su rock potente y eléctrico nació a comienzos de los 80 Living Colour, una rara avis en aquellos días por ser uno de los escasos grupos negros haciendo rock. Y aún hoy en su tercer regreso a un escenario rosarino (Club Brown el próximo miércoles) lo sigue siendo.
Quien alguna vez haya participado de un show en vivo de Living Colour sabrá que son incapaces de dejar a alguien indiferente. Con un repertorio variado, donde hard-rock, metal, funk y soul conviven sin inconveniente alguno, el cuarteto neoyorquino mantiene intacta la combustión. Así, en sus títulos, desde “Funny Vibe” a “Desperate People” pasando por “Wich way to America?” y la incendiaria versión de “Should I stay or should I go” de The Clash que suelen tocar en vivo, sobrevuela un auténtico sabor a blues, a soul y a funk, aunque por encima de todo suena el rock más crudo y enérgico.
Living Colour nació en Nueva York en 1984 y su rótulo de banda de heavy metal sonaba extraño, como que se quedaba corto. Había metal, pero también funk, hard rock, hip hop y hasta free jazz. Lo dicho: un ave rara y densa de aquellos días leves de los 80. En 1995 el grupo se disolvió y en 2001, sus integrantes —el guitarrista Vernon Reid, el cantante Corey Glover y el baterista Will Calhoun (fundadores de la banda), más el bajista Doug Wimbish, anunciaron el regreso del cuarteto.
Vernon Reid, el motor de Living Colour, es escueto y a veces ni siquiera contesta las preguntas del cronista. Calhoun, en cambio, es simpático y no le gusta dejar pregunta sin responder.
— Es la sexta vez que vienen a la Argentina y la tercera que tocarán en Rosario. ¿Hay una especie de romance con el público de este país?
Vernon Reid: los argentinos siempre fueron muy cariñosos con Living Colour y nos encanta la intensidad de su pasión por la música. Por eso, nos resulta estimulante tocar para ellos.
—¿Qué show traen?
V.R.: el aniversario número 25 del primer disco, “Vivid” (1988), con algunas incursiones en “Stain” (1993) y “Times Up” (1990).
—Son una de las pocas bandas de rock que verdaderamente improvisan sobre un escenario, ¿Por qué ya no se zapa sobre un escenario?
R:V.: la gente no improvisa por las mismas razones por las que nosotros sí lo hacemos. Parte de las raíces de la banda están en la idea de Music As A Journey (La música como un viaje).
—¿Qué es lo que hace interesante la idea de tocar una canción siempre de distintas maneras?
R.V.: la parte interesante de tocar un tema de formas diferentes es encontrar nueva información sobre la música, la audiencia, y nosotros mismos.
—Y cuáles son los riesgos por hacerlo así?
R.V.: el riesgo que se corre en realidad no es diferente al que corren otros artistas; por un lado no tocar bien técnicamente hablando, que no sirva al material interpretado o no tocar con el espíritu correcto, que también desvía la atención de la experiencia musical. Uno puede tocar todas las partes correctamente y fracasar en el todo.
— Living Colour viene de la tradición del jazz y el funk, ¿qué ventaja y desventaja le encuentras a esto, en el marco del mundo del rock de hoy, bastante careta, por cierto?
R.V.: Creía erróneamente que el rock era todo sobre la libertad (risas). No lo es. El rock es sobre todo la actitud. Mi actitud es esta, me importan un carajo las reglas.
—¿Hacia dónde va la música afroamericana?
V.R.: Cualquier cosa que diga será sobrepasada por lo que en realidad vaya a ocurrir.
Will Calhoun: Yo creo que está yendo hacia el futuro todo lo que viene de Africa, ya sea su música increíble, su baile y hasta sus científicos. Será multidimensional la próxima generación de los africanos. Nuestra raza hizo nacer el blues, el jazz y el hip hop.
—¿Y hacia dónde avanza el rock en general?
V.R.: Lo mismo que respondí anteriormente.
W.C.: Soy un poco investigador en este terreno... la banda que más me sorprendió últimamente fue un trío joven que se llama Unlocking the Truth. Buscalo en internet; tienen entre 11 y 13 años y para mí son el futuro. En realidad, esta banda responde también a la anterior pregunta.
Vernon, hablame de tus influencias. ¿A quién escuchaste primero?
V.R.: (Carlos) Santana. Hendrix, por supuesto. (Robert) Fripp. También quiero mencionar algunos guitarristas que nunca escuchaste nombrar: Ronny Drayton, Larry Marsden, Andy Lassalle, Arthur Rhames y Jef Lee Johnson. Todos artistas increíbles que me influenciaron muchísimo.
—¿Y cómo llegaste a tocar lo tuyo... a ponerle un sello personal a tu música, a tu manera de tocar la guitarra?
V.R.: Nunca copié solos nota por nota; aprendí sólo las frases que sentí que me hablaron. El resto del tiempo toqué cosas similares pero no exactamente iguales. Eventualmente mi voz empezó a emerger de la niebla.
—¿Hay algún proyecto de disco nuevo?
V.R.: Estamos trabajando en uno en este momento... pero se me hace más que difícil hablar del mismo.
—Desde que regresaron en 2001 privilegiaron tocar en vivo que entrar a grabar un disco en estudio. ¿Por qué se dio así?
W.C.: Por que necesitamos organizarnos... grabamos cosas pero no las lanzamos. No tocamos por varios años, así que necesitábamos saber cómo queríamos sonar, que deseábamos tocar y lo que queríamos hacer con la banda. Hay dos lados de la historia, no es que no grabamos sino que no nos gustaba lo suficiente para hacer un disco. Lo cierto es que nuestros ensayos son como shows...
—Ustedes siempre lucharon contra el racismo desde su lugar como artista, ¿Con Obama en el gobierno, mejoró la situación?
V.R.: En cierta manera sí, porque hay una discusión más honesta y profunda sobre las razas...
W.C.: Yo no puedo decir que mejoró, el discurso no cambió, pero lo que sí pasó es que el racismo se volvió más real, y se puede ver internacionalmente. Muchas personas que votaron por Obama son racistas, pero querían un cambio. El verdadero cambio viene de las verdaderas cosas, y yo creo que él ganó por su inteligencia y por su estrategia y porque vino después de dos terribles administraciones como fueron Bush y Clinton. Obama es algo diferente.
¿Qué música estás escuchando, Vernon?
V.R.: Black Sugar Transmission, Periphery, Laura Mvula, Trixie Whitley. El nuevo album de Queens Of The Stone Age. Me encanta “King Animal”, el último de Soundgarden. Además me gusta “Yeezus”, el disco de Kanye (West).
—¿El mejor guitarrista?
—W.C.: Jimmy Hendrix, es obvio; escuchá su música y sabrás porque lo digo.
—¿Cuál es el disco que más te gusta de Living Colour y por qué?
W.C.: Esta es difícil, porque me gustan muchos estilos de música diferente... Pero voy a elegir a “Vivid”, porque éramos cuatro músicos en New York sin prejuicios y sin miedos, que nos animábamos a hablar de diferentes temas que no se trataban y porque además este disco cumple 25 años y nos dio un Grammy y cambió la escena musical en general.
—¿Cómo crees que será situado Living Colour dentro de la historia del rock?
W.C.: Somos una banda afroamericana con una responsabilidad y supimos estar a la altura de las circunstancias. Creo que cambiamos un poco el juego, trajimos otro color a la industria del rock and roll.
—¿Y cuál crees que será el legado que dejan?
W.C.: Ser uno mismo. Buscá la banda que mencioné antes y te vas a dar cuenta dónde está el legado. Ser vos mismo y vivir tu espíritu. El cielo es azul pero el color azul es una ilusión, porque si viajás en avión el azul desaparece, no existe, es lo que nuestros ojos ven cuando el sol se refleja en una superficie. Podés hacer algo que no te gusta y ser exitoso de todas maneras, pero hay que hacer lo que uno ama, porque eso tiene los mejores resultados.
—Vernon, ¿cómo andan tus proyectos externos a Living Colour?
V.R.: Estoy trabajando un poco con bandas sonoras de documentales. Uno de mis proyectos, que se llama “As Goes Janesville”, dirigida por Brad Lichtenstein, está nominada a los premios Emmy. También trabajé en una película de Shola Lynch acerca de la activista de los 60 Angela Davis. Voy a hacer otro álbum “Masque” y un mixtape de Yohimbre Bros. Hace mucho tiempo quiero grabar un disco con el baterista y compositor Ronald Shannon Jackson que me llevó a Europa en 1980, comenzando así mi carrera profesional. También estoy trabajando en multimedia y artes visuales.