Los candidatos del Frente Progresista de las 414 listas para todos los cargos electivos en la provincia estrecharon filas anoche en torno a la figura del candidato a gobernador Miguel Lifschitz con la mira en retener la Casa Gris en las generales del próximo 14 de junio, previo triunfo en las Paso de abril.
“Las elecciones no las ganan los Durán Barba sino los candidatos con mística y militancia, y como los votos se cuentan de a uno, a las elecciones las volverá a ganar el Frente Progresista y vamos a hacer un gobierno como los de Hermes (Binner) y Antonio (Bonfatti)”, subrayó anoche Lifschitz.
Y agregó que el suyo será “un gobierno bien progresista, bien cívico y bien social”. Además —aseveró— “voy a gobernar pensando en las próximas generaciones, y no en las próximas elecciones”.
Ese fue el eje discursivo triunfalista de la serie de oradores que cerró el candidato oficialista a la Gobernación en el gimnasio Tribu Mocoretá del club de Regatas de la ciudad capital. Allí estuvo el senador socialista y ex intendente de Rosario flanqueado por el gobernador Bonfatti, el diputado nacional Hermes Binner, su compañero de fórmula Carlos Fascendini y el vicegobernador Jorge Henn. También le brindaron su apoyo a los candidatos de Adelante Santa Fe el ministro de Gobierno, Rubén Galassi; la intendenta de Rosario y candidata a la reelección Mónica Fein, el diputado provincial Eduardo Di Pollina y los ministros y funcionarios de las segundas lineas del Poder Ejecutivo en pleno.
Bonfatti, en su rol de primer candidato a diputado provincial, reivindicó la herramienta política del Frente Progresista, a la que definió como una construcción santafesina inédita a nivel nacional. “Después de veinte años nuestras diferencias son matices porque hemos trabajado en cada pueblo y cada ciudad para cambiar la conciencia colectiva transformando la provincia”.
Con voz ronca y abreviando su discurso para cederle la palabra puntualmente a Lifschitz para que “la tomen los medios” —comentó risueño—, el mandatario aseguró que “estamos haciendo una gestión inédita en el país, y más que hacer una enumeración, los invito a que lean la página del gobierno y nuestros discursos con Hermes en la Legislatura, porque queremos seguir luchando por una provincia integrada y en la que achiquemos las diferencias. Santa Fe avanza, y adelante significa el futuro”, fue el juego de eslóganes de gestión y campaña al que apeló Bonfatti al instar a la militancia a continuar bregando “a pulmón” para que Lifschitz y Fascendini “continúen gobernando” Santa Fe a partir de diciembre de 2015.
“Qué lindos son los actos con juventud, con consignas, con banderas; qué linda es la política. Hoy empezamos a marcar diferencias en serio, porque aquí está el Frente Progresista”, le marcó la cancha Lifschitz a su principal competidor del PRO, Miguel Del Sel, aunque sin nombrarlo. Y destacó la participación de todos los partidos socios del Frente Progresista en las 414 listas de candidatos. “Esta es una selección, porque aquí están los mejores jugadores de la política santafesina”, enfatizó el ex jefe del Palacios de los Leones.
Con referencias amables a su contrincante interno, el radical Mario Barletta, a quien “si ganamos le vamos a tender una mano generosa”, aseveró el candidato frentista, “porque nuestro enemigo es el pasado, que corre con dos autos: la fórmula armada en Buenos Aires que es la de Cristina (Kirchner en referencia a los peronistas Perotti y Ramos) con los restos del populismo, sin nada nuevo que ofrecer a los santafesinos, y la otra (Del Sel-Boasso), que va de novedad pero no tiene nada de nuevo sino viejos dirigentes reciclados de la vieja política santafesina, un barco que va juntando náufragos de todo tipo”, pegó Lifschitz.
El postulante socialista sostuvo: luego en alusión algunos sectores internos: “Vamos a hacer campaña defendiendo la gestión del gobierno, los que quieran hacer críticas tienen que jugar en la oposición”.
Además, castigó duro a las dos décadas de gobiernos pejotistas recordando las inundaciones de 2003 y la época de privatizaciones, “donde se rifaba el patrimonio público y se ajustaban los sueldos de maestros, policías y jubiladas”.
“Hoy no sólo podemos hablar de esas historias más viejas sino de las páginas que empezaron a escribirse desde 2007 con Hermes Binner y que ahora continúa Antonio Bonfatti. Ahora tenemos escuelas y no solo hospitales, también un sistema integrado de salud. Y tenemos obras que les cambian la vida a las comunidades porque les permiten acceder a los servicios básicos y permiten defender a las ciudades de las inundaciones. Y como tenemos una historia de siete años también tenemos futuro, y aquel al que no le gusten los problemas, mejor que se quede en su casa”. Somos la continuidad del proyecto pero también de un cambio sin salirnos de la ruta afrontando las nuevas demandas de la sociedad, manteniendo los valores que instauró el Frente Progresista con una campaña de proyectos”, concluyó Lifschitz.