Un nuevo hecho de violencia se vivió el lunes a la noche en el Hospital Provincial, cuando el efectivo que se encontraba de servicio en el destacamento policial fue atacado por la espalda por un joven que le propinó siete puntazos con un arma blanca. La gravedad de las heridas -uno de los cuchillazos le perforó la pleura- obligó a una intervención quirúrgica, aunque ayer evolucionaba favorablemente en el propio centro de salud. El agresor, un muchacho de 20 años "sin domicilio fijo" y que presuntamente llegó drogado, quedó detenido en la seccional 1ª. El director del hospital, Pietro Belletich, dijo que ante episodios violentos, "felizmente pocos" en sus años de gestión, la respuesta institucional siempre apunta a "analizar los motivos" (ver aparte). Sin embargo, el personal negó que se haya tratado de un hecho aislado y expresó malestar.
La situación se produjo en plena noche del lunes, alrededor de las 23.30, cuando por la entrada de calle Alem (con sólo una de sus puertas abiertas) ingresó Aldo Silva, un joven que traía "cierto aspecto de estar alterado".
El relato de los compañeros del efectivo agredido dio cuenta de que el muchacho fue interpelado por uno de los guardias de seguridad privada, que le preguntó "a quién buscaba".
El chico, con apariencia de encontrarse bajo los efectos de alguna droga -y quien, según prensa de Jefatura, viviría en la calle-, sólo habría dicho que iba a ver a un familiar y prosiguió su marcha.
El vigilador lo escoltó mientras le aclaraba que no eran horas para ingresar al hospital y le seguía preguntando por el nombre de su pariente. Cuando el joven se aproximó al sector de internación sin poder precisar a quién iba a visitar, el guardia lo invitó a retirarse y, al no encontrar respuesta, llamó al efectivo policial para que interviniera en la situación.
Fue entonces cuando Juan Carlos Leguiza, el sargento de 50 años que estaba de servicio en el destacamento, escoltó a Silva hasta la puerta de Alem diciéndole que no podría quedarse.
Con el joven ya en la calle, el policía se dio vuelta para reingresar al hospital. En ese momento fue atacado por la espalda con una chuza de fabricación casera que Belletich describió como una "barreta con punta".
De las siete puñaladas que recibió (cinco en el tórax y dos en el abdomen), tres fueron especialmente profundas y una de ellas llegó a comprometerle la pleura, causándole un neumotórax. Las manchas de sangre de Leguiza todavía podían verse ayer sobre la pared interna del ingreso del hospital.
La reacción. Mientras la seguridad privada reducía al atacante y llamaba al Comando Radioeléctrico, que llegó "al instante" y se llevó detenido a Silva a la comisaría 1ª, el efectivo fue rápidamente atendido por los médicos del propio hospital, quienes debieron practicarle un drenaje quirúrgico y estudios cardiológicos para descartar cualquier complicación, contó el director del centro de salud.
Pero ayer el policía ya evolucionaba favorablemente, aunque permanecía internado en la guardia a la espera de que se liberara una cama en alguna sala del "abarrotado" hospital, reconoció Belletich.
"La verdad es que mejoró muchísimo", agregó.
Y aunque tanto el funcionario como los compañeros del efectivo policial coincidieron en que se trató de un hecho aislado ("ataques de esta naturaleza no habíamos tenido nunca antes", dijo la comisaria Graciela Dip), al menos parte del personal del hospital no se mostró igualmente convencido.
Como no podía ser de otro modo, fue la veterana dirigente de la Unión Personal Civil de la Nación (UPCN) del Provincial, Sara Coca López, quien llevó la voz cantante para quejarse y reiterar viejos reclamos. "Lo único que falta es que ahora maten a uno de los nuestros", advirtió.
La delegada no sólo enumeró una serie de incidentes recientes -"ayer (por anteayer) rompieron la guardia y casi le pegan a una administrativa de 20 años, antes le pegaron a un vigilador y ahora apuñalaron a otro", dijo-, sino que advirtió que "no puede haber un hospital abierto las 24 horas sin más control".
Y en esa línea aseguró que "falta gente, falta vigilancia, falta decisión política para poner más policía".